Café amargo

EL NACIONAL - Tal como lo reportan todas las agencias internacionales, desde Miraflores se tomó la decisión de "nacionalizar" dos conocidas, históricas y tradicionales procesadoras de café. Ya los venezolanos sabían que estas dos instalaciones serían expropiadas porque, como ya es un método tradicional en el chavismo, los "trabajadores bolivarianos" habían declarado desde agosto pasado que en esas fábricas se sufrían "incumplimientos de la legislación local". Menuda mentira. Así pues, como un simple movimiento más dentro de una estrategia militar, fueron copadas las procesadoras Fama de América y Café Madrid. Según la Agencia Bolivariana de Noticias, es decir, la servil boca y lengua de Chávez, el señor Carlos Osorio, titular de la Superintendencia Nacional de Silos, Almacenes y Depósitos Agrícolas (¿?), especificó que "el Gobierno adquirirá una participación mayoritaria en la procesadora Café Madrid, que estaba intervenida desde agosto pasado". Osorio dijo que el Gobierno está esperanzadísimo en levantar una "empresa mixta en el caso de Café Madrid". Alabado sea el señor, pero todos sabemos que esa irrealidad bolivariana sólo acarreará menos suministro de café a los hogares venezolanos, menos trabajo y más corrupción roja rojita. "Buscamos equilibrar la distribución de café... así como también acabar con ese monopolio, para que toda la materia prima que se produzca tenga uso aquí en nuestro territorio", prometió Osorio. ¿Y dónde puede tener uso el café venezolano, señor Osorio, si no es aquí? No será en Brasil, que abastece al mundo, ni en Colombia, que recibe de las exportaciones cafetaleras una inmensidad de divisas? A Osorio quizás se le fueron los tapones y por ello hace el ridículo frente a los comerciantes del café. El funcionario se olvida de la larga tradición del cultivo del café en Venezuela, de su calidad específica y de su comercio restringido rigurosamente a los venezolanos de todos los estamentos sociales, que tienen un gusto muy específico. Osorio, mijo, por qué no viajas a Brasil y te tomas un cafezinho, o a Bogotá pides un tinto? Quizás te des cuenta de las profundas diferencias de sabores, esencias y gustos de paladar que dan los cafés y, desde luego, su influencia decisiva en la preferencia de los consumidores. Le deseamos éxito a los nuevos administradores de Fama de América y Café Madrid, pero sería prudente que consideraran el hecho de la tradición de esas empresas manejadas eficientemente por capitales privados desde hace más de 50 años. Nunca dejó de llegar a nuestra casas el puro y sabroso café venezolano. Es más: nunca lograron penetrar aquí los empaquetados de café venidos del extranjero, ni siquiera de Colombia. Cuando triunfó la revolución cubana, en los años sesenta, la industria del azúcar dominaba la economía. Hoy importan no sólo azúcar del resto del mundo, sino 80% de sus alimentos de Estados Unidos. ¿Podemos importar ese modelo?