Por: Rosa Macías - http://despiertatubelleza.blogspot.com
No te dejes embaucar por falsas palabras, lágrimas predispuestas y sonrisas ensayadas. Te damos pistas para que no te engañen.
IZQUIERDA AL CENTRO -Todo el mundo, cuando dice una mentira, mira abajo y a la izquierda. No podemos evitarlo. Se llama señal del diálogo interno auditivo y se impulsa cuando se accesa a la parte del "disco duro" del cerebro, donde discernimos lo que suena creíble de lo increíble. Sé atento. Si descubres a dicha persona mirando así, las posibilidades de que su imaginación sea muy fértil aumentan exponencialmente.
ES SÓLO UNA EXPRESIÓN - Mentir bien requiere mucha práctica. Y por fortuna, la mayoría de las
personas que mienten lo hacen como párvulos asustados. Sin embargo hay
maestros, aunque incluso el mentiroso más sublime experimenta cambios
psicológicos prácticamente imposibles de ocultar. El miedo a ser
descubierto hace que las pupilas se constriñan y aumenten tanto la
velocidad de nuestra respiración como el ritmo cardiaco, haciendo
finalmente que nos ruboricemos. Estos cambios son los que dicen la
verdad; emociones microexpresadas que aparecen un par de segundos antes
de poder ocultarlas. Y siempre están ahí, sin importar la mentira que se
diga.
MÍRAME A LOS OJOS -Cualquiera que esté acostumbrado al fraude raramente hará
contacto visual y es probable que examine el suelo con el fin de evitar
que se le interrogue respecto a una falsedad. A la inversa, alguien
acostumbrado/a a ocultar o a decir una verdad a medias, como los doctores,
vendedores o abogados, son más convincentes como mentirosos. A menudo,
estos especímenes te mirarán directo a los ojos a medida que van
administrando su bien entrenada labia, manteniendo el contacto visual
por más de lo socialmente aceptable (3 segundos). Aunque, por supuesto,
siempre cabe la posibilidad de que estén coqueteando contigo.
LENGUAJE DE MENTIRAS -Más del 90% de la credibilidad de cualquier historia proviene no de
lo que se dice, sino del lenguaje corporal con que se dice y cómo se
utiliza para convencer. Fílmate contando tres historias, una verdadera,
luego una en la que mientras y otra en la que seas un canalla descarado,
te darás cuenta de lo que estamos diciendo. Lo más común es que los
mentirosos cubran de alguna manera su cuerpo para obtener cierto tipo de
protección inconsciente. Esto puede ser doblando los brazos o
utilizando algún bolso a manera de barrera. Con frecuencia se tocarán la
cara o el cuello a medida que son cuestionados acerca de una mentira
que dijeron. Además, todo el tiempo sus manos estarán fuera del campo
visual, o con las palmas de las manos hacia su cuerpo, y no hacia ti.
Pero, de manera muy especial, confía en tus instintos: si algo te dice
que te están mintiendo, es porque muy probablemente así sea.
MIRA SUS PIERNAS -Y no porque te encanten, eso déjalo para después. Las piernas son
conocidas como un punto absolutamente indicativo del lenguaje corporal.
La mayoría de los mentirosos/as son capaces de enmascarar sus respuestas
faciales algunos grados cuando mienten, sin embargo, se olvidan por
completo del resto de su cuerpo. Si sus piernas tiemblan, oscilan o
patean con el talón todo el tiempo, como si tuviera un ejército de
pulgas ascendiendo por la pierna. Que no te embauque, la verdad no está
en sus palabras.
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