Por. Martha Beatriz Roque Cabello - marthabroque@ gmail.com - Cuba - El discurso de Raúl Castro en el Segundo Período de Sesiones de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el pasado 27 de diciembre de 2008, ha sido decepcionante para los que algo esperaban, y “más de lo mismo” para los escépticos. Acostumbrados a que las peroratas gubernamentales estén divididas, en pregones para el exterior o para los nacionales, ésta se puede calificar de mixta, hubo párrafos para los dos lados, pero algunos con expresiones difíciles de creer tanto dentro como fuera del país. Después de explicar que hay más de 500 mil viviendas afectados por los huracanes de este año y 70 mil de años anteriores, plantea que restan por reparar 439,0 mil, pero le han asegurado que pueden concluirse en tres años. Acto seguido se auto rectifica y pone la solución en un intervalo de entre 3 y 6 años. Cifras oficiales han situado –anteriormente- el déficit habitacional en 1 100,0 mil viviendas y el 43% del total del fondo existente en malas o regulares condiciones. Esto es una pequeña muestra del saldo de 50 años de “involución”, que como es natural va acompañada de toda una serie de fenómenos sociales, referidos a la familia y al crecimiento poblacional, ése por el cual hubo que aprobar una nueva Ley de Seguridad Social, porque la Población Económicamente Activa, ha envejecido, y por ende disminuido. Una contradicción muy evidente, pero utilizada para justificar la represión, es la afirmación que: “en medio de un ambiente de trabajo y sacrificio de la mayoría, algunos intentaron lucrar…”. “Recibieron la respuesta firme de los órganos de Orden Interior, de la Fiscalía y los Tribunales, apoyados por la población a través de las organizaciones de masa”. Pero esos “algunos”, van a ser controlados por un nuevo supra organismo que será la Contraloría General de la República. Lo que descarta que la mayoría se encuentre sumergida en este entorno de trabajo y sacrificio. Y la amenaza no se hizo esperar: “...hay que sancionar a alguien, no podemos limitarnos a los comisores directos de las violaciones. Debe incluir también a los que con su actuar negligente propician o permiten su ocurrencia…” Habría que hacer un paréntesis, para aclarar que en estos momentos, -al menos en la capital del país- vuelven a pulular los vendedores de “todo”. En las calles tienen sus pregones; fuera de las tiendas de divisas, se le acercan y en voz más bien baja le ofrecen: “duchas eléctricas, colchones, aires acondicionados, muebles, etc.” De igual forma el tope de los precios en algunos mercados agropecuarios, se viste de camuflaje y se ofertan - por encima de éstos- productos muy difíciles de encontrar (como por ejemplo los plátanos). Esto da la idea que algunas situaciones son irreversibles en el país, no importa los niveles de represión a las que se lleven en un momento determinado, vuelven a resurgir, pues se han convertido en una forma de supervivencia del cubano promedio. Y no tienen que ser solamente las ilegalidades de tipo material, sino también las de tipo espiritual. Sirvan de ejemplo las antenas parabólicas para captar señales de canales de televisión de los Estados Unidos de América y los bancos de alquiler de películas, dos actividades contra las que en fechas recientes se ha emprendido de forma “aparatosa” y vuelven a renacer. Durante las palabras del Presidente, se puso de manifiesto la degradación que sufre la educación en el país, uno de los llamados logros. Felicitó a 7 mil educadores que se incorporaron a la enseñanza en sus diferentes niveles para suplir el déficit de docentes y se refiere a 9 mil que han rebasado la edad de jubilación y se mantienen en sus puestos, pero ¿cuál edad, la de antes o la de la nueva ley? Después de defender 60 millones de dólares, tal vez un poquito más, que se pagan como subsidio a los precios que se venían ofreciendo para garantizar planes vacacionales, ofertas gastronómicas a cuadros, trabajadores destacados y otros sectores de la población, justificó la necesidad de eliminarlos explicando que: …“la mayoría de las personas no aprecia justamente una gratuidad o un elevado subsidio generalizado, como parte de la retribución que recibe, en la que solo considera el salario”. Pero ¿quién vendió esas ideas populistas y las introdujo en el país? Para después decir igual que siempre: “Este es el único país del mundo que hace eso”. Esta parte del discurso ha preocupado seriamente a un importante sector de la población, que entiende que peligra la mal llamada “libreta de abastecimientos”, e indiscutiblemente incrementa el rechazo que ya muchos dentro del pueblo le hacen al régimen. Pero la mayor verdad que contiene el discurso es esta: “No estamos acostumbrados a regirnos por los documentos, y cuando aparece uno, le vemos el título y allá va a dormir a las gavetas”. "Es muy común la violación inconsciente –y como cosa natural- de regulaciones oficiales y de leyes de la república, de este propio Parlamento, y no pasa nada”. Sin embargo en el Artículo 75 de la Constitución de la República sobre las atribuciones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, plantea en su inciso ll) designar, a propuesta del Presidente del Consejo de Estado, al Primer Vicepresidente, a los Vicepresidentes y demás miembros del Consejo de Ministros. Paso el primer período de sesiones de esta legislatura y dejó pospuesto para este la nominación. Pero en ésta, producto de “…las muchas horas que la dirección del país tuvo que dedicar a la búsqueda de las mejores alternativas para garantizar…” “obligaron a situar en una segunda prioridad el estudio y la adopción de decisiones en asuntos también importantes.” Es indiscutible que el Presidente se mira por dentro, como dice que hace, pero como tiene tantos documentos por leer, esta posposición, que por cierto es indefinida, se debe a que se le llenó la gaveta.
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