viernes, 7 de noviembre de 2014

La captura de la MUD

EL CARABOBEÑO

VIERNES 24.10.14

Por: Fernando Facchin B. 









Desconozco si para la fecha de entrega de este artículo, miércoles 22, ya se haya resuelto el problema de la MUD, pero para este momento mi criterio es el siguiente.
La reciente visita de “Chuo” ha puesto al descubierto la crisis de valores políticos en la cual están consustancialmente inmersos los partidos políticos locales.   

Pero también otros elementos cruciales como la escasa credibilidad de la gente en los políticos. No es un mero problema de comunicación sino algo más profundo: una enorme desconfianza en las instituciones políticas. 

El ciudadano tiende a confiar en las instituciones cuando percibe un proceder justo, objetivo, neutral. Y así, responde con reciprocidad participativa, de lo contrario se presenta un terrible desapego por la política, surge la desconfianza, la creencia de que la arbitrariedad es la norma.  

La MUD/Carabobo está capturada, sometida a un secuestro político por grupos interesados, lo que genera un grave perjuicio pues convierte la MUD en guardián de interés de algunos políticos mientras mantiene una apariencia de objetividad. 

La MUD es utilizada como marioneta por los partidos y por los grupos de presión en procura de una dilación permanente a fin gastar el tiempo y evitar las primarias para los candidatos a la AN; allí se pierden los referentes objetivos pues nadie es percibido como neutral, aunque a veces lo sea. Casi siempre la sociedad adivina el interés oculto, donde los partidos  aprovechan la ventana de oportunidad para extraer todo tipo de ventajas y privilegios. Se trata de un proceso degenerativo del cuerpo político con un denigrante regreso al pasado.

La sociedad civil reclama la designación de los candidatos a la AN mediante elecciones primarias y no por “vía ejecutiva” o del llamado “a  dedo”, la falta de primarias constituiría un desprecio a la militancia partidista y a la sociedad misma; un desprecio a las aspiraciones y retos de los nuevos y jóvenes liderazgos quienes están exigiendo unas actuaciones políticas de altura, con ideas claras y derecho a participación y no un trato de minusválidos políticos que no se merecen.

La captura o secuestro de la MUD es una acción de temeridad política, falta de talento, de vigor, de capacidad organizativa y sobre todo de una gran incapacidad para generar consensos y dotar a nuestra sociedad de cohesión y competitividad frente al oficialismo, lo que urge ante los deplorables resultados electorales de los partidos.

Dejar pasar el tiempo para evitar el evento de las elecciones primarias es políticamente inmoral e inadmisible, de tal manera que el escenario político electoral venidero, sin primarias,  se muestra totalmente adverso a la alternativa democrática por la errada actuación de quienes se creen dueños y señores de la política local.

La crisis de la MUD/Carabobo ha dejado al descubierto la caducidad de las antiguas formas de hacer política y de los liderazgos fenecidos o en vía de agonía que se niegan a reconocer que viven en una crisis sin precedentes y sin apoyo social un total vaciamiento político.

Se trata de un largo declive de la dirigencia política que en vez de busca confluencia social y política se pretende una vacua aceptación de un creciente vacío y desinterés social por el fenómeno político tradicional.

Los jóvenes son la fuerza motriz e innovadora que puede regenerar los partidos tradicionales pues sin ellos no hay base de sustentación, la fecha de caducidad de sus directivos los ahoga.

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