Hugo Chavez Frías

Por: Magda Mascioli G. - Perdí la cuenta de los cientos de veces que he llorado a causa de muchas de las cosas que hiciste Chavez. Cosas que, a diferencia de los extremistas de ambos lados que no separan los momentos, no voy a mencionar porque sencillamente nadie necesita que lo haga. 

Siempre supe en mi fuero interno que llegaría el día en el que muchos, independientemente fuésemos o no tus seguidores, pediríamos misericordia Divina para ti... ese día llegó y muchos lo hicimos. 

Lo que si no me imaginé nunca es que llegaría el día en el que derramaría una lágrima por tí... con tanta cosa que hiciste. Si. Hoy mientras escuchaba las notas de la Orquesta en tus exequias, no pude evitar llorar. 

Lloré de tristeza por tanta desgracia que se hubiera podido evitar; 

por tantas cosas que se hubieran podido hacer de forma diferente;

Lloré por tantas briznas encendidas que todos los venezolanos echamos en ese gran incendio que nos ha quemado a todos en este pais; incendio que si bien no fue obra tuya directamente porque era una lava ardiendo que ya existía, tú te ocupaste de atizarlo de una forma que no sirvió para unir sino para enfrentar... y todos los ciudadanos, sin excepción, te ayudamos a eso. 


Lloré por tí, porque estoy segura que sufriste muchisimo y eso no me alegra en lo absoluto.

Aprendí que cuando una persona, sea quien sea y haya hecho lo que haya hecho, llega al punto de quiebre al que tu llegaste, es el momento en el que yo debo callar y pararme al margen, porque esa persona ya tiene ante sí, a Dios.

Y lo pongo a Él como testigo, Hugo Chavez Frías, que de corazón deseo que hayas podido pedirle perdón antes de irte y que la Luz Perpétua brille para tí.

Y ruego por Venezuela para que podamos salir de este enfrentamiento. 

Amén.