Caracas, 12 de marzo de 2013
Señores
Miembros de la MUD
Candidato Henrique Capriles
Presentes.-
Miembros de la MUD
Candidato Henrique Capriles
Presentes.-
Estimados compatriotas y amigos:
Venezuela, nuestra patria, se encuentra ante una nueva encrucijada
electoral. Ya el CNE, por boca de su Presidenta, convocó a elecciones
presidenciales para el próximo 14 de abril, con lo cual, de entrada, se
viola lo dispuesto en el Artículo 233 de la Constitución, que
textualmente ordena sostener comicios a los treinta días consecutivos de
producirse la falta absoluta del Primer Mandatario, declarada
oficialmente el pasado 5 de marzo. Pero, pasemos por alto tal
irregularidad; puesto ¿qué significa una violación más a la Carta Magna,
cuando ya se han contabilizado no menos de 170 transgresiones a la
misma?
Pese a lo anterior, no queda más remedio que participar en dicho
evento; aunque desde el pasado 9 de diciembre, este gobierno viene dando
muestras -según su inveterada y habitual conducta- del grosero
ventajismo con el cual ha conducido todos los procesos electorales desde
1999 hasta la fecha.
Prueba de ello es que el sucesor designado a dedo por el anterior
presidente, no estaba legalmente habilitado para ser candidato
presidencial, a menos que renunciare a su cargo de Vicepresidente
Ejecutivo, tal como lo dispone en forma expresa el Artículo 229 de la
Carta Magna. Esta disposición fue obviada por el Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ), mediante una sentencia írrita. Además, con la finalidad
de ganar tiempo para resolver las querellas internas del PSUV y de
apuntalar ilegalmente al Sr. Maduro, el TSJ modificó el contenido de la
Constitución, al decidir que la juramentación del Presidente Electo no
era un requisito indispensable. Esa “doctrina” dio pie a una segunda
decisión del Tribunal, cuyo fin fue impedir que el Presidente de la
Asamblea asumiera temporalmente la Primera Magistratura, como
correspondía.
Una vez más, quedó evidenciada la sumisión del TSJ y de
todos los Poderes Públicos a la voluntad del Poder Ejecutivo, manipulado
a control remoto por los hermanos Castro.
Pero los abusos no acaban allí. Para asombro de todos, hemos visto y
oído al Ministro de la Defensa y al Canciller apoyar públicamente al
candidato oficial y, por si no bastara, proferir amenazas contra los
medios de comunicación, siendo imitados prontamente por la Presidenta
del CNE.
Mientras se cometían estos abusos y violaciones, los venezolanos
fuimos víctimas de un bochornoso espectáculo, escenificado por las
máximas autoridades nacionales, quienes durante meses mantuvieron
desinformados a los ciudadanos sobre el verdadero estado de salud del
Presidente Electo; lo cual, unido a otras circunstancias ostensibles e
inocultables, constituyen motivos para dudar sobre cómo, cuándo y dónde
murió realmente el ex presidente Chávez, y si se procedió a embalsamarlo
antes de que su cuerpo fuera trasladado a Venezuela.
De ser así, estaríamos en presencia de un macabro aquelarre,
utilizado por los hermanos Castro para sus ruines fines políticos,
evidenciando el más profundo desprecio por los restos mortales de quien
fue su benefactor en todos los sentidos; en connivencia con quienes
aspiran ser los sucesores del difunto Presidente. Esto no merece mayores
comentarios, pero retrata a la perfección la baja catadura moral de
quienes son nuestros adversarios.
Dicho todo esto y dada la inexorabilidad de la celebración de
elecciones presidenciales el 14 de abril, creemos procedente analizar
algunos detalles sobre tal eventualidad. A primera vista pareciera que
la respuesta es obvia: tenemos que lanzar un candidato, puesto que de
eso se trata el ejercicio de la democracia. Sin embargo, es nuestro
deber preguntarnos si están dadas las condiciones para sostener unas
elecciones justas, libres y transparentes. Un elevado número de
ciudadanos considera que no es así. Dudan de los resultados oficiales de
los comicios sostenidos desde 1999 hasta la fecha. Señalan públicamente
el abuso oficial, el ventajismo de los candidatos gubernamentales, la
parcialidad del árbitro, un registro electoral adulterado, la coacción a
los electores, la compra de consciencias, y un sistema electrónico
manipulable. Muchos sienten que hemos sido conducidos una y otra vez
como borregos al matadero, al haber aceptado siempre las condiciones
impuestas, las cuales equivalen a sentarse a jugar póker o ajilei con un
jugador tramposo, que baraja y reparte las cartas, y encima las tiene
marcadas.
Rechazamos la tesis según la cual cuestionar las irregularidades del
sistema electoral ahuyenta a los votantes. Por el contrario, hay que
hablarle claro a la gente, decirle que estamos frente a un adversario
desleal, que se niega entregar el poder, y que está dispuesto a
mantenerlo a como dé lugar.
Decir la verdad a los ciudadanos constituye
más bien un estimulo para una mayor concurrencia y vigilancia, y para
que los espacios conquistados no sean simples mendrugos lanzados al piso
por el adversario, a fin simular que en Venezuela se practica la
democracia, cuando en realidad desde hace 14 años venimos soportando un
régimen arbitrario, autoritario e inescrupuloso, carente de principios,
constituido en su mayoría por personajes ignorantes, incapaces,
deshonestos, amorales; cuyos cabecillas aspiran instaurar en Venezuela
un régimen totalitario de corte marxista, leninista y castrista. Por
eso, debemos cuidarnos mucho de no legitimarlos con nuestra conducta; lo
cual nos obliga a denunciar las irregularidades de nuestro sistema
electoral y a exigir condiciones mínimas para reconocer los resultados
de unos comicios.
El pasado 20 de febrero, quince diputados de la MUD acudieron al
Consejo Nacional Electoral para solicitar una serie de condiciones
mínimas, que garanticen la realización de unas elecciones justas, libres
y transparentes, entre las que se encuentran: el cese del ventajismo
oficial, la eliminación de las máquinas captahuellas, eliminación de las
máquinas del Sistema de Identificación del Elector, el conteo de todas
las boletas de votación, la eliminación de ciertos centros de votación,
el cese de la presencia de las milicias en el Plan República; y, dado
que no queda tiempo para depurar el Registro Electoral, al menos usar
tinta realmente indeleble, que impida que doble o triple cedulados voten
mas de una vez. A éstas habría que añadir algunas otras exigencias
lógicas, como por ejemplo, la remoción del Ministro de la Defensa, por
haberse pronunciado a favor del candidato oficial.
Se trata de unas condiciones sencillas y razonables, que pueden
implementarse en pocos días; por eso consideramos que el resto de la
bancada opositora, así como todos los partidos integrantes de la MUD,
deben apoyar con entusiasmo la iniciativa de estos quince diputados, y
poner como requisito dichas exigencias, para reconocer los resultados
que anuncie el CNE el próximo 14 de abril en la noche.
Nos dirigimos a ustedes, porque representan la unidad de casi todas
las fuerzas políticas de la oposición, y cuentan con un indiscutible
reconocimiento nacional e internacional. Han logrado recientemente algo
que parecía imposible, como fue la escogencia de un candidato único de
oposición. Pero las cosas han cambiado de tal manera que ustedes tienen
el deber frente al país y frente a la historia de ir más allá de lo
meramente electoral. Por eso, les pedimos que asuman con decisión y
valentía el reto que tenemos por delante: exijan el cumplimiento y la
aplicación sincera de la Constitución; exijan de forma clara, firme,
valiente e indiscutible, que en las próximas elecciones presidenciales
existan condiciones mínimas de seguridad y de transparencia.
Si el oficialismo se niega a aceptar estas exigencias, ello
significaría que las decisiones emanadas de este gobierno no serían de
obligatorio cumplimiento, y se justificaría -moral y
constitucionalmente- el llamado a la resistencia civil y pacífica,
frente a un régimen ilegítimo desde sus orígenes, que seguirá
conduciendo al país hacia la ruina moral, política, económica e
institucional; y que nos llevaría, sin duda, al fin definitivo de la
democracia venezolana, y a la entrega total a Cuba y al castro
comunismo.
Actúen sin miedo, con inteligencia y con sinceridad, que nos estamos
jugando el futuro. Vamos a intentar juntos el triunfo del patriotismo,
la democracia y la honestidad. Dios ilumine sus mentes y cuenten con el
respaldo de la Venezuela democrática y decente. La verdadera Venezuela.
De ustedes, con un fraterno abrazo patriótico.
Atentamente,
Enrique Aristeguieta Gramcko
Presidente de Venezuela Soberana
www.VenezuelaSoberana.com
Presidente de Venezuela Soberana
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