Por: Magda Mascioli G.
En estos
días de tanta verborrea inútil, mentirosa, demagógica, violadora de normas
básicas, en síntesis, palabrería politiquera de ambos extremos como es usual,
sin mencionar por supuesto la gravedad de la situación en Venezuela, lo que es
harina de otro costal, no pude menos que reirme cuando escuché las
declaraciones de Maduro y de Ledezma en relación al tema del reconocimiento.
Maduro
reclamaba que lo que él llama la derecha (poco entiendo yo de derechas e izquierdas
porque ese tema me parece, a estas alturas de la vida, una verdadera idiotez
cuando la vagabundería es exactamente igual en quienes dicen representar cada
bando) lo reconociera como vicepresidente.
Paralelamente
aparece Ledezma respondiendo diciéndole a Maduro que lo reconozca a él como
alcalde mayor.
Es que en
este momento, escribiendo el asunto y recordando el lenguaje no verbal de ambos,
me estoy riendo. Y me estoy riendo porque ambos me parecen emular a la novela
aquella que duró como 20 años “El derecho de nacer”. El nuevo título para esta
novela de quinta sería, digo yo “El derecho a ser reconocido”.
O sea,
chavistas y no chavistas que pudiera estar leyendo estas líneas, díganme honestamente:
¿A qué grado de ridiculez, banalidad y estupidez hemos llegado en este país
cuando estos dos individuos se comportan como las protagonistas de estas
novelas mexicanas donde piden que los hijos sean reconocidos por el
protagonista? Es decir ¿De qué carrizo estamos hablando?
¿Reconocer?
Yo les voy a decir a este par de demagogos a quienes reconozco yo:
· Reconozco
a la gran cantidad de personas de todas las edades que carpetas ajadas con
pocos documentos, amanecen todos los días a las puertas del ministerio de la
vivienda tratando de ver cómo hacen para tener una vivienda decente.
· Reconozco
a la gran cantidad de personas mayores que todos los días amanecen desde las 4
am a las puertas del seguro social para lograr tener la pensión de vejez o de
incapacidad.
· Reconozco
a todos los padres que día a día salen de sus casas a trabajar para poder sacar
adelante a sus hijos.
· Reconozco
a todos los ciudadanos, de todas las toldas políticas, que día a día, al llegar
a la puerta de su casa en la mañana, se persignan porque no saben si van a
regresar.
· Reconozco
a todos los padres y madres de este país quienes todos los días, al dejar a sus
hijos en los colegios, no saben quiénes se les van a acercar ni si van a
regresar sanos y salvos a casa.
· Reconozco
a todas las personas que día a día salen a la calle, prensa en mano, buscando
trabajo y regresan a casa en las tardes sin haber logrado uno.
· Reconozco
a todos los profesionales y no profesionales que tienen un carrito viejo y
quienes ante la falta de empleo se ven obligados a trabajar como taxistas, a
sabiendas que el riesgo que corren es inconmensurable.
· Reconozco
a todas los ciudadanos que día a día se ven obligados a salir en la madrugada
para poder llegar a tiempo a sus trabajos porque deben sufrir el pésimo
servicio de transporte, comenzando con el mismo metro.
· Reconozco
a todas las personas que, contra viento y marea, luchan día a día por sus hijos
y estudian haciendo un gran esfuerzo económico para lograr así una mejora y
poder ayudarlos.
· Reconozco
el sufrimiento de la gran mayoría larga de ciudadanos que sufren por la salud
propia o de familiares, y tienen que hacer milagros para poder ayudarlos ante
la indiferencia abyecta de quienes tienen EL DEBER de GARANTIZAR los servicios.
· Reconozco
a todos los ciudadanos que de corazón han confiado en toda esta cuerda de
politiqueros miserables y han sido engañados por décadas, hasta el día de hoy.
· Reconozco
a todos los familiares que día a día, amanecen a las puertas de la morgue de
Bello Monte a retirar los cadáveres de sus familiares.
· Reconozco
que lamento profundamente que los periodistas, quienes debían ser garantes de
la información ponderada, clara y precisa; de la educación del ciudadanos entre
otras cosas, se hayan convertido en instrumentos ciegos de los politiqueros de
este país… EN AMBOS BANDOS.
· Reconozco,
me guste o no, que el liderazgo que Chavez tiene no lo tiene nadie, en ninguno
de los dos extremos.
· Reconozco
que siento un grandísimo DESPRECIO hacia toda esta cuerda de individuos que no
se han cansado, desde que tengo memoria hasta el día de hoy, de ENGAÑAR a los
ciudadanos de a pie de quienes se han burlado hasta la saciedad; a quienes han
despreciado, humillado, utilizado, para luego reírse de sus necesidades al
punto de hacerles sentir que los ciudadanos se deben a los políticos y no al
revés.
· Reconozco
que a pesar de la risa, que no es tal, siento una indescriptible indignación
cada vez que veo a estos políticos aparecer como que si NADA de lo que ha
sucedido tuviera que ver con ellos y sus porquerías durante décadas.
· RECONOZCO
a una ciudadanía que ha sabido mantenerse de pie en medio de este temporal y ha
sabido RESISTIR la andanada de canalladas venidas de ambos extremos.
Reconozco y
como tal declaro, que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
es TAXATIVA, clara y precisa en sus mandatos, les guste o no a chavistas y no
chavistas y que TODOS debemos apegarnos a su texto el que, por cierto, era
defendido a capa y espada por Chavez.
Por esa
misma razón ¿De resto? Que ¿A quién reconozco?.. ¡A NADIE!
Porque para
ser reconocido como autoridad, sea la que sea, se debe tener como mínimo, una
pizca de DECENCIA, y, verdad de Dios, que NINGUNO la tiene.
Como nooo, detentarán
ambos el poder en ambos extremos y los ciudadanos nos la tendremos que calar hasta
que sea el momento, pero ¿RECONOCERLOS?..
así como quien dice...
¡RECONOCERLOS!..
¡RECONOCERLOS!..
¡Hay
grandes diferencias!
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