Por: Esteban Gerbasi - gerbasifernando@gmail.com
En Venezuela estamos viviendo, desde hace ya más de veinte días, una situación político-institucional totalmente anómala. El presidente Hugo Chávez fue operado el pasado 11 de diciembre, en La Habana, por cuarta vez, y los venezolanos seguimos privados de información oportuna y precisa de carácter médico sobre la naturaleza de tal operación, su evolución clínica, complicaciones surgidas y pronósticos. Tan sólo sabemos que el presidente de la República sufre de cáncer.
Es normal en cualquier país que cuando un Jefe de Estado o de Gobierno enferma, una junta
médica suministre tantos partes médicos como sea necesario, para
informar debidamente a la ciudadanía así como a los otros actores
internacionales que se interrelacionan con ese país. En el nuestro,
lamentablemente, no ha ocurrido así.
En vista de que nos acercamos inexorablemente al 10 de enero, fecha en la que de conformidad con el artículo 231 de nuestra Constitución,
el presidente electo en los comicios presidenciales del pasado 07 de
octubre de 2.012 debe tomar posesión de su cargo, se hace apremiante disponer de una información médica, profesional, autorizada, confiable e
independiente, mediante un informe cuidadoso, detallado y certificado
del estado de salud del Presidente, elaborado por una junta médica
constituida por médicos venezolanos, tal como fuera solicitado por un grupo de eminentes y reconocidos médicos venezolanos.
A nuestro juicio, la ocultación de la verdad
es fuente de sospechas, rumores infundados y desconcierto, ocasiona
daños más graves que los que se pretende evitar y constituye una
violación intolerable al derecho de los venezolanos a estar debidamente
informados.
En
las actuales circunstancias de incertidumbre es imperativo actuar
apegados a lo establecido en la Constitución, y así preservar la
gobernabilidad del país.
Estamos seguros que la comunidad internacional, en particular los países de nuestra propia región, no avalarían nunca una violación a nuestra Constitución y la rechazarían de manera enfática, activando inmediatamente los mecanismos en defensa de la democracia, previstos en la OEA, MERCOSUR, UNASUR y CELAC. Caracas, 01 de enero de 2013.
Firmantes:
Estamos seguros que la comunidad internacional, en particular los países de nuestra propia región, no avalarían nunca una violación a nuestra Constitución y la rechazarían de manera enfática, activando inmediatamente los mecanismos en defensa de la democracia, previstos en la OEA, MERCOSUR, UNASUR y CELAC. Caracas, 01 de enero de 2013.
Firmantes:
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