Tomado de: http://www.alimentacion-sana.com.ar
No sólo somos lo que comemos, sino que gran parte de nuestra salud depende de los alimentos que ingerimos y cómo lo hacemos. Por tal motivo y dentro del marco del Programa de Alimentación y Salud, la Cooperativa Obrera, junto a la Fundación Cecilia Grierson, el Programa de Prevención del Infarto en la Argentina (Propia) y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de Chile, difunden entre sus consumidores esta guía sobre el consumo de alimentos sanos y seguros, de la cual extractamos los siguientes consejos que son de utilidad para prevenir una gran variedad de enfermedades.
Al comprar
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Al separar
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Al limpiar
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Al cocinar
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Al almacenar
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Al refrigerar
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Al descongelar
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Frutas o verduras
- Las superficies de las frutas y verduras pueden estar contaminadas por bacterias, virus o parásitos. Por eso lávalas con abundante agua.
- Recordá eliminar las hojas exteriores y lava el resto, una por una, con agua potable.
- Si usas cáscaras de cítricos cepillálas bien.
- Elimina las hojas exteriores de vegetales de hoja rugosa, tales como repollo o lechuga.
- Consumí en lo posible verduras y frutas de estación porque conservan mejor sus propiedades. Almacénalas en un lugar fresco y bien ventilado.
Carnes y huevos
- Estos productos, de gran valor nutritivo, en ocasiones pueden tener bacterias, parásitos o residuos químicos derivados de su producción.
- Mantenga las carnes y los huevos refrigerados. Al comprarlos descartá los de mala presencia y preferí el consumo de carnes y huevos cocidos.
- Consumí las hamburguesas y la carne de cerdo bien cocidas.
- Elegí huevos limpios, no cachados, con cáscara sana.
- Cocina los pollos por completo y no ingieras zonas crudas.
- Evita preparar mayonesa casera.
Productos lácteos
- Mantené el yogur, la manteca, el queso fresco, los postres y la leche en la heladera.
- Conserva refrigerada la leche que esté consumiendo.
- Utiliza sólo productos lácteos pasteurizados y con autorización sanitaria.
- Revisa la fecha de vencimiento.
Pescados y mariscos
- Al comprarlos en establecimientos clandestinos te expones a afecciones o intoxicaciones, algunas de las cuales pueden causar muertes, por caso la marea roja.
- Consumí pescados y mariscos almacenados en frío. El lugar de expendio debe estar limpio, sin olores ni basuras acumuladas.
- Los pescados y mariscos no tienen olor, sólo lo adquieren cuando se inicia la descomposición.
- Adquirí alimentos refrigerados y congelados al final de su lista de compras.
- Utiliza basureros con tapa y elimina los residuos tan pronto como puedas.
- Preferentemente consumí carnes, pescados y mariscos cocidos.
- No uses insecticidas domésticos en lugares donde hay productos comestibles.
- Lávate las manos luego de manipular basura y desperdicios.
Separe los alimentos crudos de los cocidos
Separe siempre los alimentos crudos de los cocidos y de los listos para consumir.
Use equipos y utensilios diferentes, como cuchillas o tablas de cortar, para manipular carnes y otros alimentos crudos.
Use equipos y utensilios diferentes, como cuchillas o tablas de cortar, para manipular carnes y otros alimentos crudos.
Conserve los alimentos en recipientes separados para evitar el contacto entre crudos y cocidos.
¿Por qué?
Los alimentos crudos, especialmente carnes, pollos, pescados y sus jugos, pueden estar contaminados con bacterias peligrosas que pueden transferirse a otros alimentos, tales como comidas cocinadas o listas para consumir, durante la preparación de los alimentos o mientras se conservan.
Reglas de Oro para la preparación higiénica de los alimentos
(Estas 9 reglas fueron tomadas de la Organización Mundial de la Salud –OMS).
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