martes, 8 de mayo de 2012

El poder de los introvertidos










Fuente: Recibido en Red de Correos.

Cuando tenía nueve años fui por primera vez a un campamento de verano y mi madre me empacó una maleta llena de libros, lo que me pareció lo más natural del mundo porque en mi familia leer era la actividad grupal principal. Esto puede sonarles antisocial pero para nosotros sólo era una forma distinta de ser sociable. Tenías el calor corporal de tu familia, sentada junto a ti, pero al mismo tiempo eras libre de vagar por la tierra de la aventura dentro de tu propia mente. Tenía esta idea de que el campamento iba a ser algo parecido a esto, pero mucho mejor. Imaginaba a 10 chicas sentadas en el interior de una cabaña leyendo libros cómodamente todas con camisones idénticos.

El campamento parecía una fiesta pero sin alcohol El primer día nuestra consejera nos reunió a todas y nos comunicó con alegría lo que íbamos a hacer cada día del resto del verano para así motivar el espíritu del campamento. Decía algo así: "R-U-D-O-S-O, así es como deletreamos ruidoso. Ruidosas, seamos ruidosas." ¡Sí! No sabía en base a mi vida por qué teníamos que ser tan ruidosas o por qué había que deletrear la palabra incorrectamente. Pero mostré regocijo. Lo mostré junto a las demás. Lo hice lo mejor que pude y sólo esperaba el momento para ir a leer mis libros.

Pero al sacar por primera vez el libro de la maleta, la chica más popular del dormitorio se me acercó y me preguntó "¿por qué eres tan sosegada?" siendo "sosegada" lo opuestoa R-U-D-O-S-A. La segunda vez que lo intenté la consejera se me acercó con expresión de preocupación y repitió cosas sobre el espíritu del campamento y dijo que todas deberíamos trabajar mucho para ser extrovertidas.

Y así puse mis libros, de vuelta en la maleta que puse debajo de la cama, donde permaneció hasta acabar el verano. Me sentí un poco culpable. Sentía como si los libros me necesitaran, como si me estuvieran llamando y yo los hubiera abandonado. Pero los olvidé y no volví a abrir esa maleta otra vez hasta haber regresado a casa con mi familiaal final del verano.

Les cuento esta historia sobre el campamento de verano. Podría contarles otras 50 historias parecidas, sobre todas la veces que recibí la consigna de que mi forma de ser calmada e introvertida no era necesariamente la indicada, de que debería intentar ser mucho mas extrovertida. Siempre sentí en lo profundo que eso era un error y que los introvertidos eran excelentes tal cual. Pero durante años negué esta intuición, y así, de entre todas las cosas, me convertí en una abogada de Wall Street en lugar de la escritora que siempre quise ser, en parte, porque necesitaba probarme a mí misma que podía ser atrevida y asertiva también. Y siempre iba a bares abarrotados de personas cuando en realidad habría preferido cenar agradablemente con amigos. Y tomé estas decisiones que me negaban tan reflexivamente que no era consciente de que las estaba tomando.

Esto es lo que muchos introvertidos hacen y sin duda es una pérdida para nosotros, y también es una pérdida para nuestros colegas y para nuestras comunidades. Y aunque suene presuntuosa, es la pérdida más grande del mundo. Porque cuando se trata de creatividad y liderazgo, necesitamos de los introvertidos haciendo lo que hacen mejor.De un tercio a la mitad de la población es introvertida, De un tercio a la mitad. Eso es, una de cada dos o tres personas que conocen. Así que incluso si algunos de Uds. son extrovertidos, hablo de sus compañeros de trabajo y de sus parejas y de sus hijos y de la persona que se sienta justo a su lado. Todos ellos están sujetos a este prejuicio que está muy arraigado y muy presente en nuestra sociedad. Todos lo interiorizamos desde edad muy temprana sin tener un lenguaje para lo que hacemos.

Ahora, para ver este prejuicio con claridad se necesita entender lo que es introversión.Es diferente a ser tímido. La timidez es sobre el miedo al juicio social. La introversión está más relacionada con cómo se responde a la estimulación, incluyendo la estimulación social. Así que la extroversión ansía estimulación mientras que los introvertidos se sienten más vivos, más activos y capaces cuando están en ambientes mas tranquilos con menos estimulación. No todo el tiempo, estas cosas no son absolutas, pero sí durante mucho tiempo. Así que la clave para maximizar nuestros talentos es colocarnos en la zona de estimulación más adecuada para cada uno.

Pero aquí es donde llega el prejuicio. Nuestras instituciones mas importantes, nuestras escuelas y nuestros lugares de trabajo, están diseñados principalmente para los extrovertidos y sus grandes necesidades de estimulación Y actualmente también tenemos este sistema de creencias, que llamo el nuevo grupo de pensamiento, que sostiene que toda creatividad y toda productividad proviene de un lugar extrañamente sociable.

Imagínense una típica aula escolar actual. Cuando yo iba a la escuela, nos sentábamos en filas. Nos sentábamos en filas de escritorios, y hacíamos la mayor parte de nuestro trabajo de forma autónoma. Pero en la actualidad, la típica aula tiene un montón de escritorios, con cuatro, cinco, seis o siete niños mirándose entre sí participando en incontables tareas de grupo. Incluso en materias como matemáticas y escritura creativa, las que podrían considerarse dependientes de vuelos de pensamientos solitarios, ahora se espera que los niños actúen como miembros de un comité. Y para los niños que prefieren ir a su aire o trabajar solos, a menudo son vistos como atípicos o en un caso peor, como un problema. La mayoría de los maestros piensan que el estudiante ideal es uno extrovertido en contraposición a uno introvertido, incluso aunque estos últimos en realidad sacan mejores calificaciones. y tienen más conocimientos según las investigaciones. 

Lo mismo es cierto en nuestros lugares de trabajo. La mayoría de nosotros trabajamos en oficinas abiertas, sin paredes, donde estamos sujetos al ruido y la mirada constante de los compañeros. Y cuando se trata de liderazgo, se excluyen habitualmente a los introvertidos de los puestos de liderazgo, a pesar de que éstos tienden a ser mas prudentes, y mucho menos propensos a tomar riesgos excesivos, algo que todos podríamos apoyar. Una investigación interesante de Adam Grant, del Colegio Wharton, ha constatado que los líderes introvertidos a menudo arrojan mejores resultados que los extrovertidos, debido a que cuando tratan con empleados proactivos son mas propensos a dejar a esos empleados ejecutar sus ideas, mientras que alguien extrovertido puede, involuntariamente, emocionarse tanto con las cosas como para poner su propia huella en ellas haciendo que las ideas de las otras personas no afloren con facilidad.

De hecho, algunos de nuestros líderes transformacionales en la historia eran introvertidos. Les daré algunos ejemplos: Eleanor Roosevelt, Rosa Park, Gandhi... Todas estas personas se autodescribieron como tranquilos, de tono suave e incluso tímidos. Y todos ellos fueron el centro de atención incluso cuando cada hueso de su cuerpo les decía no hacerlo. Y esto en sí parece tener un poder especial, porque se podría pensar que estos líderes estaban al mando no porque les gustara dirigir y no por el placer de ser el centro de atención; hicieron eso porque no tenían opción, porque se vieron obligados a hacer lo que pensaban que era correcto.

En este punto pienso que para mí es importante decir que en verdad me encantan los extrovertidos. Me gusta decir que algunos de mis mejores amigos son extrovertidos,incluido mi amado esposo. Y que por supuesto todos nos ubicamos en distintos puntosa lo largo del espectro introvertido/extrovertido. Incluso Carl Jung, el primer psicólogo en popularizar estos términos, dijo que no existe un introvertido puro o un extrovertido puro.Dijo que ese tipo de persona debería estar en un manicomio, si existiera. Algunas personas están justo en el medio del espectro introvertido/extrovertido, Y las llamamos "ambivertidas". A menudo pienso que tienen lo mejor de dos mundos. Pero muchos de nosotros nos reconocemos en un tipo u otro.

Y lo que digo es que culturalmente necesitamos un mayor equilibrio. Necesitamos una suerte de ying - yang entre estos dos tipos. Esto es especialmente importante en cuanto a lo que se refiere a creatividad y productividad, porque cuando los psicólogos estudianlas vidas de las personas más creativas, lo que observan son personas muy buenas intercambiando y desarrollando ideas, pero que tienen también una profunda introversión.

Y esto es así porque la soledad a menudo es un ingrediente crucial de la creatividad.Pensemos en Darwin, él daba largas caminatas por el bosque y rechazaba enfáticamente invitaciones a fiestas. Theodor Geisel, mejor conocido como Dr. Seusssoñaba con muchas de sus creaciones en un oficina solitaria en un campanario, en la parte trasera de su casa en la Jolla, California. Y en realidad él tenía miedo de conocer a los niños que leían sus libros por miedo a que esperaran que él fuera una especia de personaje alegre como Santa Claus y que se decepcionaran ante su personalidad reservada. Steve Wozniak inventó la primera computadora Apple sentado solo en su cubículo en Hewlett-Packard donde trabajaba entonces. Y dice que jamás se habría convertido en un experto de no haber sido tan introvertido para salir de casa cuando era pequeño.

Por supuesto, esto no significa que debamos detener toda colaboración. Un ejemplo, Steve Wozniak es famoso por colaborar con Steve Jobs en montar Apple Computer, pero sí significa que la soledad importa y que para algunas personas es el aire que respiran.De hecho, hemos sabido durante siglos del poder transcendente de la soledad. Es sólo que extrañamente empezamos a olvidarlo. En la mayoría de las religiones del mundo,encontraran "buscadores" -- Moisés, Jesús, Buda, Mahoma, buscadores que se van solos al desierto, donde tienen profundas epifanías y revelaciones que brindan al resto de la comunidad. Así que sin desierto no hay revelaciones.

Esto no es una sorpresa si se considera el pensamiento de la psicología contemporánea. resulta que no podemos ni estar en un grupo de personas sin de manera instintiva imitar sus opiniones. Incluso cosas personales y viscerales, como las que te atraen, empezarás a imitar las creencias de la gente de tu alrededor sin darte cuenta de que eso es lo que estás haciendo.

Y los grupos siguen las opiniones de la persona más carismática o dominante en el lugar, incluso aunque exista una correlación nula entre ser el mejor orador y tener las mejores ideas. Y quiero decir cero. Así... Podrías estar siguiendo a la persona con las mejores ideas, pero podrías no hacerlo. ¿Y realmente quieres dejarlo al azar? Sería mucho mejor para todos ir por libre, generar las ideas propias liberados de la distorsión de la dinámica de grupo y posteriormente reunirse como grupo para hablar en un ambiente bien manejado y partir de ahí.

Ahora, si todo esto es cierto, ¿por qué lo hacemos tan mal? ¿Por qué adecuamos así las escuelas y espacios de trabajo? ¿Y por qué hacemos sentir tan culpables a los introvertidos por querer ir por libre en algún momento? Una respuesta reside en nuestra historia cultural. Las sociedades occidentales, y en particular los EEUU, han favorecido siempre a la persona de acción por encima de la persona contemplativa, y la persona contemplativa. Pero en los principios de EEUU vivíamos en lo que los historiadores llaman una cultura de carácter, donde, en ese punto, aún valorábamos a las personaspor su ser interno y su rectitud moral. Y si miran los libros de autoayuda de esa época,todos tienen títulos como "Caracter, lo más grande del mundo" Y presentan modelos a seguir como el de Abraham Lincoln alabado por ser modesto. Ralph Waldo Emerson lo llamó "Un hombre que no se ofende ante la superioridad"

Y entonces en el siglo XX entramos en una nueva cultura que los historiadores llaman la cultura de la personalidad. Lo que sucede es que hemos evolucionado de una economía agrícola a un mundo de grandes negocios. Y así repentinamente las personas migran de los pueblos a las ciudades. Y en lugar de trabajar al lado de personas que conocen de toda su vida, ahora tienen que probarse a sí mismos en una multitud de extraños. Así que indudablemente cualidades como el magnetismo y el carisma de repente llegan a parecer muy importantes. y seguro que los libros de autoayuda cambian para satisfacer estas nuevas necesidades y comienzan a tener nombres como "Cómo ganar amigos e influir en las personas." Y utilizan como modelo a seguir a grandes vendedores. Ese es el mundo en el que vivimos hoy. Esa es nuestra herencia cultural.

Nada de esto quiere decir que las habilidades sociales no sean importantes, tampoco estoy haciendo un llamado para la abolición total del trabajo en equipo. Las mismas religiones que enviaron a sus sabios a las solitarias cimas de las montañas también nos enseñaron amor y confianza. Y los problemas que estamos enfrentado hoy en campos como la ciencia y la economía son tan vastos y complejos que vamos a necesitar ejércitos de personas trabajando juntas para resolverlos. Lo que digo es que si damos mayor libertad a los introvertidos de ser ellos mismos, será más probable que tengan una solución única a estos problemas.

Así que ahora me gustaría compartir con Uds. lo que traigo en mi maleta hoy. ¿Adivinan qué? Libros. Tengo una maleta llena de libros. Aquí está "Ojo de gato" de Margaret Atwood, Aquí una novela de Milan Kundera. Y aquí la "Guía de Perplejos" de Maimonides.Pero estos no son exactamente mis libros. Traje estos libros conmigo porque fueron escritos por los autores favoritos de mi abuelo.

Mi abuelo era rabino y viudo que vivía solo en un pequeño apartamento en Brooklyn, mi lugar favorito cuando era niña, en parte porque estaba lleno de su presencia tan gentil y en parte porque estaba lleno de libros. Literalmente cada mesa, cada silla de este apartamento había cambiado su función original para servir como superficie para colocar pilas de libros. Al igual que el resto de mi familia, Lo preferido para mi abuelo era leer.

Pero él también amaba a su congregación, y se podía sentir ese amor en los sermones que daba cada semana durante los 62 años que fue rabino. Tomaba los frutos de la lectura de cada semana y tejía estos intrincados tapices de pensamiento antiguo y humanista. Y las personas venían de todas partes para oírlo hablar.

Pero he aquí lo especial de mi abuelo. tras ese papel ceremonial, en realidad era modesto e introvertido, tanto que cuando daba estos sermones, tenía problemas para hacer contacto visual con la propia congregación a la que le había estado hablando durante 62 años. E incluso lejos del podio, cuando le llamabas para decirle hola, a menudo terminaba la conversación prematuramente por temor a que te estuviera robando tiempo. Pero al ,morir a los 94 años, la policía tuvo que cerrar las calles de su vecindario para acomodar a la masa de personas que fueron a llorarle. Y así estos días intento aprender del ejemplo de mi abuelo a mi manera.

Así que acabo de publicar un libro sobre la introversión, y me tomó 7 años escribirlo. Y para mí, esos 7 años han sido como una bendición total, porque estaba leyendo, estaba escribiendo, estaba pensando, estaba investigando. Fue mi versión de las horas que pasó mi abuelo solo en su biblioteca. Ahora, de repente, mi trabajo es muy distinto, y consiste es estar aquí hablando sobre ello, hablando sobre introversión. Y esos es mucho más difícil para mí, porque a pesar de sentirme tan honrada de estar aquí y ahora con todos Uds., este no es mi medio natural.

Así que me preparé para momentos como este lo mejor que pude. Estuve el año pasado practicando hablar en público en toda oportunidad que tenía. Y llamo a esto mi "año de hablar peligrosamente". Y eso en realidad me ayudó mucho. Pero les diré que lo que me ayuda más es mi sentido, mi creencia, mi esperanza de que cuando se trata de nuestras actitudes hacia la introversión y a la calma y a la soledad, estamos en verdad al borde de un cambio drástico. En serio, lo estamos. Y así los dejo ahora con tres llamados a la acción para aquellos que comparten esta visión.

Número 1: Detengan la locura del constante trabajo en grupo. Sólo deténganla. Y quiero ser clara sobre lo que estoy diciendo, porque en el fondo pienso que nuestras oficinas deberían animar las interacciones del tipo de charla informal de café, ya saben, del tipo donde las personas se reúnen y de manera espontánea intercambian ideas. Eso es grandioso. Es genial para introvertidos y para extrovertidos. Pero necesitamos mucha más privacidad y libertad y mucha más autonomía en el trabajo. En la escuela lo mismo. Debemos enseñar a los niños a trabajar juntos, por supuesto, pero también debemos enseñarles cómo trabajar por su cuenta. También es especialmente importante para los niños extrovertidos. Necesitan trabajar a su aire porque de ahí provienen en parte los pensamientos profundos.

Número dos: vayan al desierto. Sean como Buda, tengan sus propias revelaciones. No digo que todos debamos irnos y construir cabañas propias en los bosques y no volver a hablar con alguien, lo que digo es que todos deberíamos poder desconectarnos y meternos dentro de nuestras propias cabezas un poco más a menudo.

Número tres: Den una buena mirada a lo que hay dentro de su propia maleta y por qué lo pusieron ahí. Así que extrovertidos, quizá sus maletas están también llenas de libros. O quizá están llenas de copas de champán o de un equipo de buceo. Lo que sea, espero que las saquen en cada oportunidad que tengan y nos bendigan con su gracia y su alegría. Pero introvertidos, siendo quienes son, probablemente tengan el impulso de guardar cuidadosamente lo que está dentro de su maleta. Y eso está bien. Pero ocasionalmente, sólo ocasionalmente, espero que abran su maleta para que otras personas la vean, porque el mundo los necesita y necesita las cosas que llevan.

Así que les deseo el mejor de todos los viajes posibles y el valor para hablar con sosiego.

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