Por: Fernando Facchin B. - ffacchinb@gmail.com - @isanchezu - El título es una frase prestada, autoría de Francisco de Quevedo. Chávez para prometer y prometer no hace cuentas. Pero una cosa es hacer promesas y otra, muy distinta, decir mentiras, él siempre cruza la línea invisible que separa las promesas de las mentiras. En 12 años ¿cuánto ha ofrecido y cuánto ha cumplido? Los 12 años de campaña electoral contienen un largo inventario de promesas incumplidas, de engaños manifiestos, de sueños truncados. Su eterno programa electoral ha sido una falacia, un artificio perverso, pura charlatanería para mantenerse en el poder. De este escenario no escapa la “Misión Vivienda”. Vamos de fracaso en fracaso. Chávez niega las realidades críticas que padece el país, como el colapso eléctrico que sufriremos en fecha reciente, actúa de manera irresponsable, subordinando las prioridades económicas y sociales a una urgencia electoral producto de su propia decadencia y carencia de estadista, con caradura y desfachatez, sostiene: las promesas electorales se hacen para no cumplirlas. En los doce años de desbastador chavismo fanfarrón, embustero y nefasto, plaga política que en desgracia nos cayó, nos han hecho tantas promesas, nos han engañado tanto, que ya no tenemos memoria para recordar todos los engaños, ni espacio para escribirlos, se han superado todas las marcas de los políticos embusteros de antaño.La mentira acompaña al discurso monotemático, es la expresión de la voluntad para engañar, camina abrazada al poder. A. Gramsci, dijo: "La mentira y la falsificación, sólo producen castillos en el aire que otras mentiras y otras falsificaciones harán decaer". La mentira no es estacionaria, ni marginal, es el eje central del sistema, es política de estado y está en constante crecimiento. Nunca habíamos visto un sistema más perversamente mentiroso que el chavismo. La mentira ha sido la protectora de intereses estrechos y el uso desmedido del engaño le ha generado un gran rechazo por parte de la sociedad. El mentiroso es incapaz de afrontar la realidad y está condenado a la adversidad de vivir bajo la mentira y la mentira es lo que prolonga el tiempo de las crisis, pero tiene patas cortas. ¿Por quién o quienes vamos a votar en las próximas elecciones? Pensemos y pensémoslo bien antes de hacerlo, no queremos más de lo mismo.
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