VENECONOMÍA - Este sábado 5 de febrero será otro día para contar en la historia de la destrucción de la democracia en Venezuela. Dos conspicuos ejemplares de la "revolución" bolivariana le terminaron de quitar el antifaz al depauperado y sometido sistema de justicia del país. El primero, el recién-nombrado magistrado de la Sala Electoral, Fernando Vegas Torrealba, fungiendo como orador de orden en el acto de apertura del año judicial 2011, proclamó que el Poder Judicial venezolano está en el deber de desarrollar "una acción deliberada y planificada para conducir un socialismo bolivariano y democrático". En su discrecional interpretación el magistrado Vegas, afirmó que el socialismo es una política de Estado, y por tanto el Poder Judicial, y sus brazos ejecutores, el Tribunal Supremo de Justicia y el resto de los tribunales de la República, "deben aplicar severamente las leyes para sancionar conductas o reconducir causas que vayan en desmedro de la construcción del Socialismo Bolivariano y Democrático". También dijo el magistrado Vegas, en esa jornada de bochorno, que los jueces deben recordar siempre que "las leyes no son entidades que guardan un concepto perenne de justicia". Y acotó que la ley que fue justa ayer, tal vez hoy no lo sea, "porque las circunstancias que la propiciaron ya no son las mismas". La presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estela Morales, por su parte, reconoció abiertamente que las leyes que se han promulgado desde 1999 "responden a un fin ideológico claramente establecido". No es algo nuevo que esa postración al comunismo castrochavista se manifieste públicamente, es de recordar que ya en 2006, durante la apertura del año judicial, se oyó a los magistrados del Tribunal Supremo en coro gritar a viva voz "¡Uh, Ah, Chávez no se va!". Este abierto reconocimiento de la perversión del sistema de administración de justicia de Venezuela, lleva a recordar el estudio del abogado e historiador alemán Ingo Müller, Los juristas del Horror, donde se narra hasta dónde llegó la aberración de una justicia amarrada a la hegemonía y afán de dominación de Adolf Hitler. Hoy en la Venezuela dominada por Hugo Chávez, las leyes y los jueces también son las armas y los verdugos que condenan a la población a la barbarie de un comunismo trasnochado y sin rumbo.
. Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.
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