Por: Enrique Pereira - “El muerto está casi vivo”, afirmó el médico que salió al pasillo a hablar con los familiares. Este muerto, que nos trajeron hace diez años de otra Clínica, que llegó aquí muerto, ahora está casi vivo. En principio debemos entender que no se murió por culpa nuestra y que estamos invirtiendo muchísimo para asegurarnos de que no se siga muriendo. Claro hay que reconocer que ya lo deberíamos haber revivido, pero se nos había olvidado darle suero y antibióticos para curarle la pulmonía que lo mató. Pero a decir verdad –continuó explicando- ya empezamos a entender cómo es que lo vamos a revivir. Hemos hecho grandes avances, le desincrustamos una uña que tenía enterrada en el pie derecho y ahora estamos trabajando muy duro para combatir un ataque de caspa que le sobrevino de estar acostado aquí por los últimos diez años. Unos técnicos rusos están en camino, unos especialistas en muertos casi vivos. Tenemos plena fe de que este muerto no se nos va a morir y confiamos plenamente y les podemos asegurar que estamos más que blindados a la posibilidad de que este muerto se nos convierta en un moribundo. La data que hemos recogido indica que los pulmones se han estado llenando de líquido, pero tenemos plena certeza de que ese liquido, que es que lo mantiene muerto, a pesar de que aumenta todos los días, en algún punto debe retroceder. Si acaso este muerto se nos muere más de lo que ahora está, es porqué unos familiares están velándolo por adelantado para cobrar la herencia, si se muere será culpa de ellos. Ayer me tocó escuchar en un programa de radio a un diputado, miembro de la Comisión Permanente de Energía y Minas, de nombre Juan carlos Dugarte expresarse en unos términos parecidos acerca de nuestro problema eléctrico, afirmaba: el gobierno está haciendo grandes esfuerzos para ahorrar la energía. Claro que la oposición está advirtiendo de una crisis que no existirá, puesto que es verdad que Gurí está llegando a niveles críticos, pero llegarán las lluvias, pues si antes hubo sequía, ahora debería de llover. Eso sí, el Gobierno tendrá listos cuatro mil megavatios para fin de año, para no depender de Gurí”. El nivel de agua de Guri bajó ayer por debajo de 250 metros. Cada día pierde 12 centímetros de altura, en una semana pierde un metro completo. A este ritmo, como muy lejos, nos quedan de ocho a diez semanas de agua en Guri, que ahora le queda 23% de capacidad útil teórica. No pierdan de vista que hace un mes, turbinado más de cinco mil metros cúbicos por segundo, perdíamos 13 centímetros de altura en un día. Ahora perdemos los mismos 13 centímetros para turbinar unos cuatro mil metros cúbicos por segundo. Los niveles de aporte de los ríos a la laguna se mantienen en aproximadamente seiscientos metros chubicos por segundo. Cuando Guri deje de producir, se retiran de la producción unos 5000 megavatios, del total de 15.000 producidos. Funcionarios irresponsables que hablan sin cifras creíbles, pero que tienen mucha fe, nos explicarán entonces alguna otra barrabasada para excusar sus culpas. Lo primero que hay que hacer para revivir un muerto es reconocer que está muerto. Sigan teniendo fe y no le hablen claro al país. Sigan desenterrándole uñas al moribundo.
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