Casi al final del servicio dominical, el sacerdote preguntó a su comunidad:
- ¿Cuántos de ustedes han perdonado a sus enemigos?
Todos levantaron la mano, excepto una pequeña viejita.
- Señora Nely ¿es que no está dispuesta a perdonar a sus enemigos?"
- Yo no tengo enemigos, Padre, respondió dulcemente.
- Sra. Nely, eso es muy raro ¿Cuántos años tiene ud?
- 98... -respondió, casi con vergüenza de ver que era la más vieja de todos los presentes.
- La congregacion se levantó y le aplaudió.
- Oh, Sra Nely ¿puede decirnos cómo se hace para llegar a los 98 y no tener enemigos?
La dulce viejita explicó:
¡Es que ya se murieron todos esos hijos de p..!
- ¿Cuántos de ustedes han perdonado a sus enemigos?
Todos levantaron la mano, excepto una pequeña viejita.
- Señora Nely ¿es que no está dispuesta a perdonar a sus enemigos?"
- Yo no tengo enemigos, Padre, respondió dulcemente.
- Sra. Nely, eso es muy raro ¿Cuántos años tiene ud?
- 98... -respondió, casi con vergüenza de ver que era la más vieja de todos los presentes.
- La congregacion se levantó y le aplaudió.
- Oh, Sra Nely ¿puede decirnos cómo se hace para llegar a los 98 y no tener enemigos?
La dulce viejita explicó:
¡Es que ya se murieron todos esos hijos de p..!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su Comentario