Un duro alegato contra la represión, las dictaduras y la imposición de costumbres y normas - MADRID, 16 (EUROPA PRESS) - La escritora murciana Isabel María Abellán (Cartagena, 1962) refleja su obsesión por la violencia en la Historia en "El silencio perturbado" (Ediciones Irreverentes), una colección de relatos "inquietantes, de suspense y de momentos históricos nada complacientes". El libro, que ganó el año pasado el III Premio Internacional Vivendia de Relato, se muestra como "un alegato duro" contra la represión, las dictaduras y la imposición de costumbres y normas.Abellán destacó hoy que muchos de sus relatos tienen un trasfondo histórico, "centrado, sobre todo, en la España de la posguerra y el franquismo". "La historia es el ámbito por el que me muevo", explicó la escritora, que trabaja como profesora de esta materia en un instituto.La escritora reconoció que también ha escrito relatos basados en sus recuerdos de niña, como "Barcelona 1978", que muestra la historia de una amiga suya, "hija de un militar argentino que se opuso a la dictadura y que después de que un hermano suyo desapareciera, tuvo que exiliarse con el resto de la familia".También se encuentran los textos inspirados en su familia, como "Una escuela perdida en la montaña", que la autora dedica a su abuelo, un maestro republicano que le transmitió los valores de la Institución Libre de Enseñanza y que tuvo que exiliarse al terminar la guerra. "Mi abuelo ayudó a Antonio Machado en su exilio sin saberlo", comentó la escritora, quien resaltó que el poeta estaba ya muy enfermo y poco tiempo después falleció en Coillure.IMAGINACIÓN Y SUSPENSE Sus recuerdos del principio del franquismo también quedan reflejados en "Fila derecha, fila izquierda", un título que hace alusión a las dos puertas de entrada a su colegio religioso, y que "separaban a quienes podían pagarlo y a aquellos que no".Entre los relatos de suspense, Abellán resaltó "El sueño perturbado", "La Iglesia" o "El terror de San Rafael", estos dos últimos "basados en torturas de la Inquisición". La autora reconoció que los responsables de que se iniciase en el género del suspense fueron sus alumnos, que le animaron a seguir en la línea "llena de aventuras" que le ha permitido "jugar tanto con la imaginación". Además de la historia reciente de España, Abellán refleja otros momentos históricos terribles en "El sueño de Eric", un relato en el que refleja un experimento de los nazis con niños o el fin de la Edad Media como en "El payés".Pero no todo el libro refleja vivencias y situaciones duras. Ahí está "Los días apacibles", que la autora dedica a su hijo y que narra la mirada de una madre hacia un hijo que se hace mayor; o "El viejo embarcadero", un microrrelato que cierra el libro y en el que la escritora quiso regalar "algo de tranquilidad y sosiego al lector".Abellán adelantó que se encuentra preparando una nueva novela que se centrará en la España de la II República, La Guerra Civil y en los primeros momentos del triunfo del franquismo. "En él quiero contrarrestar la Barcelona de la II República, que ofrecía la enseñanza hasta los 14 años como derecho obligatorio, y la España del Sur, mucho más deprimida y atascada", puntualizó. La novela incluirá una incursión en el campo de concentración de Albatera (Alicante), "uno de los más duros durante el franquismo", en el que ya se había adentrado en su relato "El último invierno".
http://www.diariosigloxxi.com/texto-ep/mostrar/20091016153909
viernes, 16 de octubre de 2009
El silencio perturbado
Mascioli Garcia
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