Washington, 14 oct (EFE).- Investigadores estadounidenses descubrieron otra de las propiedades del chocolate y es que, según sus experimentos, la ingesta de este dulce o de otro alimento placentero contribuye a aliviar el dolor, reveló hoy la revista Journal of Neuroscience. El estudio dirigido por la profesora de neurología de la Universidad de Chicago Peggy Mason y el investigador en neurobiología Hayley Foo indica que el chocolate activa una parte del cerebro que alivia el dolor. Los científicos han demostrado que el agua tiene el mismo efecto y evita la ingesta extra de azúcares al cuerpo que puede contribuir al sobrepeso. Otros estudios en el pasado habían demostrado que comer podía aliviar el dolor, pero éste relaciona directamente el comer o beber como analgésico, sin tener hambre o sed. En los experimentos dieron de comer a las ratas chocolate, agua edulcorada o agua normal mientras calentaban el suelo de la jaula con una bombilla que transmitía calor al animal. Las ratas reaccionaban levantando la pata del suelo rápidamente, sin embargo, cuando estaban comiendo o bebiendo su reacción era mucho más lenta, independientemente de que fuera chocolate o agua. A pesar de que en otros estudios se había relacionado el alivio del dolor con comida rica en azúcar, "esto nos demuestra que no tiene nada que ver con la ingesta de calorías", dijo Mason. "El agua no tiene calorías, la sacarina no tiene azúcar, pero ambos tienen el mismo efecto que los trozos de chocolate", explicó. El estudio descubrió que cuando se les da una comida azucarada o una bebida los animales producen menos niveles de glococorticoide como respuesta a una situación de estrés. Cuando el experimento se hizo con quinina, una bebida amarga que provoca desagrado en las ratas, los animales reaccionaron igual que cuando no estaban comiendo. El análisis determinó que cuando se les da una comida azucarada o una bebida los animales producen menos niveles de glococorticoide como respuesta a una situación de estrés. Los investigadores indicaron que una parte del cerebro, llamada raphe magnus, interactúa para aplacar el dolor mientras los animales comen y beben, que es la misma que interviene aliviando cuando se duerme o cuando se va al servicio. Se trata del primer estudio que demuestra que este efecto analgésico natural se produce mientras los animales están ingiriendo alimentos o líquidos, incluso si no tienen apetito, pero solo si se trata de algo que les resulta placentero, no cuando toman algo que les produce rechazo. Mason cree que el efecto puede ser el mismo en las personas, ya que estudios anteriores habían demostrado, por ejemplo, que los bebés sufren menos el dolor del pinchazo de una vacuna si se les da una bebida azucarada. No obstante, Mason recordó que el azúcar en exceso no es recomendable y que el agua tiene el mismo efecto por lo que instó a los médico a sustituir los caramelos que suelen dar a los niños por un vaso de agua.
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