martes, 8 de septiembre de 2009

Como decía mi mamá...






















¡Hay que ser agradecido! - Por: Adriana Balaguer - Ser agradecido con la vida es una de las mejores recetas para ser felices. Para lograrlo es necesario aprender a hacer foco sobre nuestra realidad. La psicología positiva, que estudia al hombre en relación a sus fortalezas más que a sus debilidades, considera a la gratitud como una de las 24 virtudes humanas (además de la curiosidad, la valentía, la humildad...). Poder ejercitarla implica reconocer las cosas buenas que nos suceden, aprender a apreciarlas para que no se nos pasen por alto, y después sí, expresar lo que nos provocan. ¿Podemos aprender a ser más agradecidos? ¿Cómo? Daniela D. vivía para el trabajo. Para ella concretar sus proyectos laborales era triunfar en la vida. Pero tan concentrada estaba en sus deseos, que no registraba que detrás de ella había un equipo de personas trabajando para que pudiesen hacerse realidad. Y que, incluso, también consideraban importante para su crecimiento personal cumplir con el objetivo planteado. Daniela no solo no detectaba lo que los otros hacían sino que, si de vez en cuando lo notaba, no lo valoraba. "Hacen lo que tienen que hacer", se decía, y volvía a zambullirse en sus pensamientos, en su ego. El problema es que cuando finalmente conseguía llegar a la meta, no se sentía ni exitosa, ni feliz. Se sentía sola. "Le has agradecido a tu gente todo lo que hicieron por ti", le dijo su abuela cuando ella le contó el por qué de su tristeza. Y le dio algunos consejos, de esos que le había enseñado la vida: - Disfruta del desayuno, y no te distraigas camino a la oficina: mira a la gente observa a la naturaleza en esa época del año. Agradece el espectáculo porque es real, aunque no siempre "bello". - Cuando llegues a tu trabajo, y te encamines hacia tu oficina, saluda a tus compañeros, comparte tus expectativas por conseguir tal o cual cliente, y cuéntales por qué crees que te pueden ayudar a lograrlo. - No te guardes ningún elogio, ni ningún agradecimiento. Sólo si los pronuncias, los otros se animarán a pronunciarlos contigo. ¿De que cosas estás agradecido?

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