Roberto Micheletti

Por: Luis Queral - lqueral@comcast.net - Roberto Micheletti pasará a la historia del siglo XXI, y con él la Corte Suprema, el Congreso y las Fuerzas Armadas Hondureñas. Fuimos testigos en los pasados meses de extraordinarios acontecimientos que mostraron al mundo el espíritu majestuoso del pueblo hondureño que por ser tan grande ha de infligir un revés a los regímenes despóticos y brutales que abusan de la libertad y amenazan con extender su poderío por toda nuestra América Hispana. El pueblo hondureño liderado por hombres como Micheletti ha de servir de ejemplo para recobrar la libertad conculcada por los regímenes comunistas que en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y otros de nuestros países que demagógicamente, buscando beneficios propios, abrazan a los tiranos. Michelette es uno de esos hombres líderes que José Martí reconocía como hombres de justicia y de honor, que pelean para defender la libertad ofendida: Destituyó al presidente Manuel Zelaya por haber robado el tesoro público y violado las leyes y la Constitución hondureña; se enfrentó a los manejos del Secretario General de la OEA José Manuel Insulza, un reconocido comunista chileno alabardero de Fidel Castro y Hugo Chávez, quien logró expulsar a Honduras con faltos pretensos del Seno de dicha Organización; resistió con amarga paciencia los embates de las Naciones Unidas; fueron muchas las intimidaciones de Chávez, Correa y Ortega amenazando, con el grosero y chabacano lenguaje de los tiranos, con invadir a la sufrida Honduras y restituir al presidente depuesto, títere del dictador venezolano; pero la más frustrante y sufrida experiencia fue ver como los Estados Unidos, considerados hasta ahora como el faro de la democracia y la libertad, le volvió las espaldas para apoyar a sus propios enemigos, que tanto lo envidian y aborrecen. Las crueles heridas infligidas al pequeño país hermano han de sanar. Honduras, cualquiera que sea su destino, ha mostrado al mundo que –como acertaba José Martí– sus hombres supieron pelear con entereza defendiendo su libertad y su honor, y ha der ser el faro que servirá de ejemplo a los países oprimidos por el marxismo/comunismo en nuestro Hemisferio Occidental.