Magda Mascioli G. - Desde hace tiempo en nuestro país, es usual, la práctica, en cualquier establecimiento, de "redondear" la cifra en beneficio del mismo. Estamos claros sobre la "normativa" del redondeo, pero resulta que ya es práctica común que, no importando la cifra, siempre el redondeo es por encima de la misma. En otras ocasiones, el asunto se hace mucho más descarado. Uno llega a la caja y la cajera le da el vuelto a uno con cara de circunstancia y mirando para otro lado. Cuando usted revisa, se da cuenta que faltan 50, 100, 200 bolivares, según sea (me imagino yo) la cara de bolsa que le vean a uno. Cuando Ud. le informa que en el vuelto faltan 200 o más, entonces la cajera muy campante, y hasta ofendida diría yo, le dice de mala gana que no se lo puede dar porque no tiene sencillo. Bueno. Es el caso que fui a la panadería. La cajera con una gran sonrisa me dijo: lo siento señora pero como no tengo sencillo le quedo debiendo 2500. Le respondí: ah no niña, tranquila, no hay problema. Hice el intento de salir de la panadería pero me devolví y le dije: cónchale, ya me iba a ir sin el frasco de Cheez Wheez. Dame uno de esos pequeños por favor. La dueña de la panadería (misma cajera) me da el frasco, lo meto en la bolsa y me despido, igualmente, con una graaaan sonrisa. Por supuesto, me tuve que parar en seco ante el reclamo airado: pero señooooora, no se puede ir sin pagarme el frasco de ChW. A lo que respondo: ¿Y por qué no, si se puede saber? Si usted se puede quedar con mis 250 bolivares, yo me puedo quedar con su frasco de Cheez Wheez. ¿No le parece justo? ¡OH! ¡Milagro! ¡Aparecieron mis 250 bolivares de la misma caja dne la que, fracciones de segundos antes, no había sencillo! Y ud. dirá: yo no voy a pelear por 250 bolivares. Pero el meollo del asunto no radica en la cantidad mayor o menor del vuelto. El asunto es que ya está bueno de tantos abusos por todos lados. Ese es el asunto. Ese es SU dinero y nadie tiene derecho a robárselo. El derecho no tiene tamaño; es simplemente ¡Su derecho! Yo defiendo el mío. No se usted, mi estimado lector.
Hola Magda. Estoy 100% de acuerdo con tu comentario. En mi caso, cuando voy muchas veces al mismo sitio, como por ejemplo estacionamientos, de vez en cuando le digo al cajero "esta vez te quedo debiendo yo" y no le doy los Bs. 120 ó 240 ó 360. Hasta ahora ninguno se ha quejado, me parece que saben que no tienen moral para hacerlo. Otras veces le digo al cajero de la panadería o del abasto que lo que falta me lo den en alguna chuchería, como 1 chicle, y si cuesta un poco más de lo que me deben le digo "bueno déjalo así, porque yo tampoco tengo sencillo". De esta manera les hago ver lo que tu dices, que hay que redondear una vez a favor de cada parte para ser más justos.
ResponderEliminarAdicionalmente, te doy un dato, como las monedas de 125 céntimos son de tamaño muy parecido a las de 500, están entregándolas en el vuelto en su lugar. Con esto le quitan a cada persona 375 céntimos. Ya me ha pasado varias veces en el estacionamiento de la Casona II, por supuesto que siempre reclamo y el cajero me cambia la moneda.
Aprovecho para felicitarte por tu blog. Un abrazo. Silvia C.
Silvia, que lindo saber de tí. Realmente se me alegra el corazón cada vez que se de alguno de mis queridos y siempre recordados amigos. Una gran sonrisa se me dibuja en el rostro y en el corazón. En cuanto a las monedas de 125 ni me lo recuerdes. El otro dia me tracalearon feamente con eso. Un gran abrazo Silvia y muchas gracias. Y saluda de mi parte a toda esa gente por allá. Magda
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