Por: Elizete Pedrosa - Muchas veces me aburro de la estupidez del ser humano, aunque si nos ponemos a pensar fríamente, podremos cambiar ese hecho y verlo del lado cómico de la existencia del ser, precisamente por la estupidez que consiste estar arraigados a esquemas pre-establecidos, sin buscar la razón de que estos, a su vez, puedan estar errados. Muchos pretenden ser mejores, superiores y en sus cerebros solo existe una especie de aserrín que pasa por masa encefálica. Otros pasan la vida pendientes de los kilos de más, de la moda, de lo artificial que puedan verse con todo el plástico que se pueden meter con prótesis de todo tipo y de lo que dirá la estúpida sociedad formada por todos y cada uno de nosotros. Se supone que debemos vivir de acuerdo a reglas sin sentido, con tal de hacer lo que esté de moda o lo que "parezca bien", y nos olvidamos por ejemplo que la moda "es lo que te acomoda" y las reglas del bien vivir, las debemos hacer cada uno de nosotros de acuerdo a nuestras conciencias o al menos aquellos que son conscientes. Lo importante y lo que nutre nuestro espíritu, y por ende nuestra potestad en crecer, en la maestría de ser gente, es llenarnos de amor, humildad, alegría, bondad y compasión ante quienes se creen superiores por alguna necia razón. Querernos y amarnos como somos es un gran paso en nuestra auto estima, la cual es la encargada de hacernos sentir felices, aunque estemos pasados de kilos, no tengamos las medidas perfectas requeridas por la sociedad o no hayamos nacido de cuna rica por ejemplo. Jamás debemos olvidar que toda acción tiene su reacción y lo que hoy parece inalcanzable, mañana puede ser nuestro así como lo que hoy parece imposible de derrumbar, el día menos pensado, simplemente, estará en el piso por la sencilla razón de que nadie es perfecto ya que las bases de nosotros los humanos son de barro, aunque sea virtual. Siempre he cuestionado a la sociedad y cuando pongo sobre el tapete mis ideas nunca falta quien me tilde de algo menos que loca, por atreverme a ir en contra de las leyes establecidas desde hace años las cuales nadie, o casi nadie, se ha atrevido en cambiar. Incluso vemos en nuestros días, a pesar del libre albedrío, que no podemos expresarnos o escribir como queremos o como nos lo dicte nuestro cerebro; desde luego, aquél cerebro con materia gris, no aquél que tiene aserrín. Así que la humanidad pareciera que aún dentro de un micro mundo como lo es escribir para una página web por ejemplo, se les castiga e incluso amenaza con establecer controles en las páginas de cada uno para que no sean votados. Odio que me amenacen y no se lo permito a nadie, pues considero eso como la más vil acción de un ser humano, pero es innegable que quien amenaza es cobarde y por ende usa esa vía para sentirse superior. Tengo por lema, no temerle a quien me diga en mi cara de que yo no le gusto o no le gustan mis letras, pero temo a quien me abrace y me diga palabras bonitas, las cuales por alguna razón o don que Dios me ha dado, detecto cuando son mentiras. Muchas personas han dejado de leerme por sentirse ofendidas por mis letras, las cuales molestan ya que obviamente dicen muchas verdades y es más fácil ignorarlas que enfrentarlas; algo así como el "sindrome del avestruz". Hace tiempo que dejé de recomendar a escritores de esta página, por la sencilla razón de que una vez recomendé a alguien y me contestó diciendo que no quería ser o estar recomendado por alguien como yo. Así que ahora solo recomiendo si me recomiendan, así me curo en salud como quien dice. A todas estas, no sé si este escrito será censado, pues parece que eso ahora está de moda, pero de todas formas solo escribo el fastidio que siento ante tanta gente hipócrita en un mundo virtual y real de "escribidores". Cada uno de nosotros, escribe lo que siente y no existe una escuela que enseñe a nadie como escribir, tan solo pueden indicar ciertos lineamientos a seguir, además de la temática, ortografía y demás yerbas literarias. Escriban como escriban, lo importante es que cada uno de nosotros plasma ríos de tinta virtuales, tratando de hilvanar ideas y todas deberían ser respetadas, por el simple hecho de que nos atrevemos a desnudar el alma con nuestras palabras escritas ante los ojos de miles que nos leen en todos los rincones del mundo de habla hispánica. Corolarios, acrósticos, epístolas, reflexiones, poesías, vicios, erotismo, ensayos, comedias, haikus, textos libres, comedias, historias personales, son la antesala de nuestros sentimientos, de ideas, de fantasías y de muchas realidades. Respetémonos, es la forma mas hermosa que tenemos de crecer como seres humanos porque de otra forma seguiremos descendiendo al mundo de las bestias. http://www.predicado.com/
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