Fuente: Tom's Hardware - Está claro que jugar demasiado no es bueno y si no, que se lo digan al joven de 13 años que ha tenido que ser hospitalizado en Italia, en Lecce, por un severo desorden mental que se atribuye a una larga sesión de juego con su nueva PlayStation. Tras haber jugador muchas horas, el chico no parecía comprender las cosas que estaban sucediendo a su alrededor y no era capaz de hablar. os médicos finalmente diagnosticaron un caso de gran adicción a los videojuegos y observaron un fuerte trauma cerebral para desgracia del desesperado padre, que tuvo que llevar a su hijo a urgencias. Finalmente el chico ha comprendido lo que le estaba sucediendo y ha ordenado a su padre que se deshaga de la consola. Una vez más hay que recordar que los juegos no son malos, no hay que demonizarlos, muchos de ellos fomentan la creatividad, son educativos y mejoran la capacidad de concentración entre otros beneficios. Eso sí, hay que usarlos con moderación y realizar descansos tras un par de horas de juego. En cualquier caso no hay que dejar que una consola aleje a menores, o adultos, de los demás, no deben ser una excusa para aislarse. Los padres tienen una gran responsabilidad a la hora de controlar el tipo de juegos de sus hijos así como los horarios. No es fácil hacerlo, pero es necesario.
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