Por: Rafael Gallegos - La nacionalización petrolera venezolana sorprendió al mundo. A partir de 1976 y por 25 años, la "vieja" PDVSA incrementó las reservas convencionales desde 18.000 millones de barriles hasta 90.000. Cambió el patrón de refinación obteniendo de cada 100 barriles de petróleo 45 de gasolina, contra 16 en época de las transnacionales. Compró refinerías en Europa y Estados Unidos para colocar nuestra gasolina en los tanques de los clientes en cualquier parte del mundo. Creó INTEVEP y el CIED (premiada como la mejor universidad corporativa del mundo). Rescató la petroquímica. Y todo esto a mucha honra, con personal venezolano. Luego, mediante la gloriosa Apertura Petrolera – si, gloriosa y patriótica - puso a producir (exprimió) los llamados campos maduros, que para muchos ya no eran comerciales. Superó los retos tecnológicos y financieros de faja petrolífera, desarrollando crecientes 500.000 barriles diarios de producción. Exploró y definió nuestras áreas prospectivas; las transnacionales hicieron un trabajo que nos hubiera costado más de 20.000 millones de dólares. No desembolsamos nada – gratis- y encima nos pagaron. Eso sí es patriotismo. Con la vieja PDVSA, la producción petrolera venezolana se incrementaba año a año. De haber seguido esa ruta, Venezuela hoy producirá casi seis millones de barriles diarios de petróleo. Pero… LLEGÓ EL COMANDANTE Y MANDÓ A PARAR y a pesar de esos éxitos, los petroleros fuimos acusados de yesman y de empleados públicos excesivamente pagados. La eficiencia de la vieja PDVSA estorbaba a la "revolución" que desde sus comienzos socavó la meritocracia (a cada quien según sus méritos) y a la larga la sustituyó por la actual fidelocracia (a cada quien según sus fidelidades) . La confesión pública de "Yoprovoquelparo" , lo dice todo. Botaron a los 23.000 y comenzó la "nueva" PDVSA. O sea, los yacimientos revolucionarios, los técnicos rojitos, la faja como una quincalla manejada por países pana, algunos que ni saben el color del petróleo… ahora producen alimentos, adoctrinamiento, maletines. Papita, maní, tostón. De todo, menos petróleo y gasolina en volúmenes requeridos y de manera eficiente. Apenas producen- según la OPEP - 2,3 millones de barriles diarios y en decadencia. LA OPEP… ¿AGENTE DEL IMPERIO? - Sin embargo, el socialismo petrolero repite todos los días que producimos más de tres millones de barriles de petróleo diarios. Si la OPEP miente, ¿qué estarán esperando los petroleros de la "revolución" para demandarla por embustera? ¿Quién miente? ¿Será que la OPEP es un agente del imperio? Los deslenguados dicen que quien calla otorga. ¿Y por qué los petroleros de la "revolución" callan? ¿Será porque que están otorgando? Ellos, tan proclives a la retórica y al escándalo, ni con el pétalo de una rosa a la OPEP. ¿Miedo a la verdad o insólita caballerosidad petrolera? Pero hay cosas de más significación. En el supuesto negado que la "revolución" estuviera produciendo lo que dice que produce, estaría por lo menos dos millones de barriles diarios de petróleo por debajo de donde debería estar hoy. Todo por haber botado ilegalmente a 23.000 petroleros que sí sabían de petróleo. Como botar a los médicos de un hospital, a los carniceros de un frigorífico, o a los abogados de un bufete. Pero eso no es lo más grave. De seguir la ruta "summa cum laude de la decadencia" de producción petrolera, en unos cinco años – ¿en el año quince de "revolución"? - estaremos en apenas un poco más de un millón de barriles diarios de producción. Y ojo, hasta podríamos quedar fuera de la OPEP porque apenas produciríamos el consumo interno de ese momento, con mínima capacidad de exportación. ¿Quién asumirá ante la historia haber destruido a la industria pivote de Venezuela? ¿Dará la cara "yoprovoqueelparo" con su mitológico pito? ¿Nos convertiremos en un limosnero sentado en un barril? ¿Un pueblo pobre, viviendo en ranchos, con alta inflación, con desabastecimiento, sin buenos sistemas de salud, mientras poseemos una de las mayores reservas petroleras del mundo? ¿QUÉ HACER CON EL PETRÓLEO? Ya nos ronda el fantasma de la era post gasolina. A lo sumo veinte años. Es imperativo construir una industria petrolera competitiva, capaz de producir las divisas necesarias para desarrollar a Venezuela. Con refinerías que produzcan gasolina y derivados suficientes para los venezolanos y para la exportación. Y lo más importante, desarrollar una industria petroquímica que sirva de soporte a la industrialización. Para ello se requiere confianza, leyes, empresas privadas, inversión extranjera. Hay que evitar que Venezuela se convierta en un limosnero sentado en un barril de petróleo. O peor, en un ex país. Y esto querido lector, en pleno desarrollo, acontece ante sus propias narices. ¿Es esto lo que Usted quiere para Venezuela?
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