En el comienzo de la lucha, el guerrero de la luz afirmó: "Tengo sueños". Después de algunos años, percibe que es posible llegar adonde quiere; sabe que será recompensado. Llegado este momento, se entristece. Ha conocido la infelicidad ajena, la soledad, las frustraciones que acompañan a gran parte de la humanidad, y considera que no merece lo que está a punto de recibir. Su ángel susurra: "Entrega todo". El guerrero se arrodilla y ofrece a Dios sus conquistas. La Entrega obiga al guerrero a parar de hacer preguntas tontas, y lo ayuda a vencer la culpa.
Manual del Guerrero de la Luz - Pablo Coelho
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