viernes, 4 de abril de 2008

El cuento de las plumas


Un hombre calumnió gravemente a un amigo suyo. Tiempo después, se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre sabio a quien le dijo: "Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Como puedo hacerlo?," a lo que el hombre respondió: "Toma una bolsa llena de plumas de ave y sueltalas por donde vayas pasando". El difamador al cabo de un dia las habia soltado todas, volvió donde el sabio y le dijo:"Ya he terminado", a lo que el sabio contestó: "Esa es la parte más facil, ahora debes volver a llenar la bolsa con las mismas plumas que soltaste, sal a la calle y búscalas". El hombre se sintió muy triste, pués sabia que eso era imposible. Asi como no se pudieron juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, asi mismo el mal que hicimos con nuestra ligereza al hablar, voló de boca en boca, el daño ya está hecho. La única solución que queda es ser humilde y reconocer el daño pidiendo perdón, y que nos sirva de lección para no repetirlo; pero pensando en quien debe resarcir al inocente calumniado, quien compensará las muchas noches sin dormir, las lagrimas vertidas, la fractura de su honor, y muchas veces su ruina profesional y económica.

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