Por: Milos Alcalay
Los movimientos de indignados representan un
dolor de cabeza para gobiernos del Norte y del Sur: De
Washington a los países Árabes;
de Nueva York a Hong Kong; de Brasilia a Paris, millones de
jóvenes han
realizado protestas en búsqueda de cambios. En cada una de
estas situaciones, por
razones diferentes, los Gobiernos han
tenido que procurar mecanismos de diálogo para convencer y no
para aplastar a
los manifestantes.
En el caso de Venezuela el error de las
autoridades ha sido reprimir estos movimientos de jóvenes y al
mismo tiempo
criminalizar a dirigentes opositores como en el caso de
Leopoldo López, conocido
en el mundo por defender una alternativa pacífica y
democrática. Por ello, no debería
sorprender a las autoridades que a nivel internacional
surgieran expresiones de
solidaridad con él, con Ceballos y con los jóvenes presos
injustificadamente.
En el Foro 2000 -institucionalizado por el Premio
Nobel de la Paz Vaclav Havel- que reúne todos
los años a los más destacados pensadores y activistas de los
Derechos Humanos, Leopoldo
López en reuniones realizadas anteriormente ha sido uno de los
asistentes reconocidos.
Por ello, no es de extrañar que con su detención arbitraria,
Lilian Tintori,
fuera la personalidad más destacada del evento hasta el punto
de ser la oradora
de orden en la cena de gala inicial. Allí dio el testimonio de
la situación de
su marido cuyo tipo de “Proceso” se asemeja al descrito en la célebre novela del
escritor Checo Franz Kafka
en el que se denuncia la insólita aplicación
de sentencias de los “tribunales de justicia” en regímenes
totalitarios. Los
asistentes de manera espontanea suscribieron una Carta Abierta
dirigida al
Presidente Maduro exigiendo su libertad y la de los otros
presos políticos,
Tampoco debería extrañarle al Gobierno la
posición
del Alto Comisionado de los Derechos Humanos Zeid Al-Hussein,
ya que Leopoldo López
en su periplo durante una década había denunciando el
hostigamiento que recibió
en el pasado y pudo documentar en Ginebra los atropellos
anteriores, que se
agravaron con su detención sin el debido proceso. Lilian
Tintori pudo conocer
la posición ya comunicada por el Relator sobre Detenciones
Arbitrarias y
recordar que cuando el Gobierno incumplió las resoluciones de
la CIDH de la
OEA, señaló que acataría las resoluciones de la ONU en materia
de Derechos
Humanos. Pero una vez que este organismo se pronunció, no solo
desobedeció la resolución
que exigía su
libertad inmediata por
tratarse de una detención arbitraria en violación a los
acuerdos
internacionales suscritos por Venezuela, sino que atacó al
Alto Comisionado acusándolo
de “injerencia en
asuntos internos”
incumpliendo el mandato de la Constitución del 99 que en su
artículo 23 obliga
al Estado a acatar medidas relativas a los Derechos Humanos
que son de “aplicación
inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del
Poder Público”.
La reacción destemplada de la Cancillería
“Bolivariana”
y del propio Presidente Maduro, volvió a repetirse en contra
el Gobierno Español
al pretender imponerle la agenda al Jefe de Gobierno Mariano
Rajoy, repitiendo
las amenazas que hace cada vez que un Gobernante extranjero
“se atreve” a
recibir a personalidades de oposición. Leopoldo López, como
vocero
internacional de la alternativa democrática venezolana, no solo logró amistades
en el Gobierno del PP,
sino también pronunciamientos favorables en el Parlamento
Europeo con apoyos de
socialistas, ecologistas, demócrata cristianos, liberales,
conservadores,
porque ha sido un vocero internacional que ha recibido
respaldos en diversas
ocasiones.
Después de Praga, Ginebra y Madrid, de continuar
con la prepotencia del poder, seguirán otros pronunciamientos
en Ottawa o
Santiago de Chile o Bruselas porque ni los Gobiernos ni los
organismos
internacionales aceptarán amenazas
sobre
su agenda internacional.
Milos Alcalay
@milosalcalay
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