Por: Eugenia Correa - Encontrar la mascarilla adecuada para tu tipo de piel puede ayudar muchísimo para que tu cutis se vea fresco y rejuvenecido. Aplicar una mascarilla una vez a la semana le dará la humectación y suavidad a tu rostro. Pero elegir una mascarilla correcta puede ser complicado pues hay muchas en el mercado y la mayoría cuentan con preservativos y químicos que quizá no convengan a tu tipo de piel. Por eso una buena solución, simple y de bajo costo es hacer tus propias mascarillas al instante con productos que tienes en tu refrigerador y alacena. Mi abuela solía preparar algunas de estas y he de decir que ella siempre mantuvo un rostro suave y fresco. Su favorita era la de miel y avena pues decía que sin importar tu tipo de piel ésta te iba a hacer bien. Además de esta manera puedes asegurarte de qué productos estás aplicando realmente a tu rostro y sabrás que todo es de origen natural. Aquí algunas ideas de mascarillas que puedes usar para evitar los aditivos y preservativos de las mascarillas comerciales:
Para pieles sensibles - La mejor mascarilla para una piel sensible es una de miel y avena. Entibia un poco de miel, es importante que no la calientes demasiado pues puedes quemarte. Agrega avena natural y revuelve. Aplica la mezcla sobre tu piel cuando esté a una temperatura confortable, con cuidado esparce y déjala por unos 15 minutos. Una vez que pase este tiempo retírala con agua tibia, la avena ayudara a exfoliar, aunque recuerda no tallar mucho pues puedes lastimar tu piel.
Para pieles grasas - Una piel grasa puedo no soportar muchas mascarillas, aunque una hecha a base de clara huevo puede funcionar bastante bien. Usa las claras y bátelas a punto hasta que quede firme, como si fueras a hacer merengue. Después añade 6 gotas de esencia de nuez y 6 de jugo de limón. Aplícala a tu piel y déjala por 15 minutos, después retírala con agua tibia.
Para piel seca - Usa 50 gramos de aguacate fresco, 30 mililitros de jugo de naranja, una cucharadita de miel, una de azúcar moscabado y 5 gotas de aceite esencial de manzanilla. Mezcla todo con tus manos. Luego usa tus dedos para aplicar la mezcla en tu rostro y cuello. Déjala por unos 30 minutos para obtener resultados. Para retirar la mascarilla usa una toalla húmeda para ayudar a exfoliar tu piel. Verás como tu piel se siente más humectada y fresca.
Para pieles quemadas por el sol - Una mascarilla de mantequilla puede ayudar a calmar la piel dañada por el exceso de sol. Toma una cucharada de mantequilla sin sal, mézclala con puré de fresas frescas. Si tu piel es muy seca agrega un pedazo de pepino aplastado. Aplica la mezcla y déjala sobre tu rostro unos 15 minutos. Verás como tu piel se relaja y se siente más fresca.
martes, 15 de junio de 2010
Mascarillas caseras para tu tipo de piel
Mascioli Garcia
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