¡Felicitaciones traidores!

Por: Coronel (Ej-Ven) Manuel A. Ledezma Hernández - Hoy, 06 de octubre de 2009, se consumó el asesinato de lo que en una época era una organización profesional, constituida por venezolanos por nacimiento, no partidista, al servicio de la nación para pasar a ser “…una institución esencialmente no profesional, con militancia política, organizada por el Estado para garantizar la continuidad en el poder hasta el fin de los tiempos de un régimen comunista presidido por el máximo traidor que conoce nuestra historia patria, mediante la represión militar, la cooperación en el mantenimiento de la destrucción de la patria y la participación activa en la incontrolable corrupción, asesinato de venezolanos y compra de conciencias, de acuerdo con los deseos y ambiciones de un enfermo mental. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo del PSUV y su máximo líder y en ningún caso al de la nación ni mucho menos a sus instituciones, ciudadanos y principios morales. Sus pilares fundamentales son la corrupción, el rastacuerismo, la deshonra, la traición a la patria y sus valores y el servilismo incondicional. Estará integrada por Bandoleros Terrestres Bolivarianos, Piratas de Agua Dulce Bolivarianos, Buitres y Aves Carroñeras Bolivarianas, Vigilantes Cuanto Hay Pa’eso Bolivarianos y Mercenarios cubanos con disfraz de Bolivarianos, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión”. ¡FELICITACIONES señoras y señores Focas parlantes aplaudidoras del putrefacto Albañal Nacional por su magnífica labor cumplida para la aprobación de la reforma de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional y que la hace aún más inconstitucional que la aprobada el pasado julio de 2008! Por ahora no extiendo las felicitaciones a los integrantes de la Fuerza Armada Nacional, en especial a sus cuadros de Oficiales subalternos y superiores en espera de sus reacciones. De los incapaces y chupa media de los Generales ni siquiera los tomo en cuenta. De esto último me retractaré públicamente cuando, por lo menos, SESENTA (60) de esos individuos desprestigiados pidan, PÚBLICAMENTE, su baja del servicio activo para no hacerse cómplice de la destrucción de la institución que les dio todo lo que poseen y a la cual se deben por juramento.
Sólo Dios los perdonará porque nadie más en este país lo hará y pueden estar seguros que la justicia verdadera los alcanzará aunque se escondan en el infierno, que, al fin y al cabo, allí irán a parar ¡PERO EN VIDA!