Por: Rocío San Miguel - Abogada venezolana Directora de la Organización No Gubernamental Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional - rociosm@cantv.net - El presidente Chávez ha expresado públicamente su apoyo incondicional a Hamas. Una decisión política que genera malestar en las Fuerzas Armadas por varias razones. Está colocando Chávez en el tablero nuevamente sus preferencias por el concepto de "guerra de resistencia" , un concepto que no termina de calar en el seno de la Fuerza Armada Nacional (FAN) ni en el pueblo venezolano. La guerra de resistencia utiliza métodos y medios de combate prohibidos por el derecho internacional humanitario (DIH). Hace uso de "los civiles" como objetivo de guerra. Sitúa a mujeres y niños como escudos humanos frente al adversario. Coloca a los civiles como señuelos de una estrategia "pérfida" prohibida por los Convenios de Ginebra y el Estatuto de Roma, que convierte en criminales de guerra a quienes la autorizan y a quienes la ejecutan. El pueblo en armas es la expresión emblemática de la guerra de resistencia. En forma voluntaria, cuando el ciudadano decide enrolarse en la condición de combatiente no contraría ninguna disposición. El dilema surge en la forma compulsiva en que se obliga a los civiles a participar en la defensa, pues de lo contrario pasan a ser "traidores a la causa". En Venezuela "traidores a la patria". Ya en el pasado ha expresado Chávez su apoyo a la lucha de las FARC en Colombia, otro grupo irregular que utiliza medios y métodos prohibidos por el DIH. Esto significó un cisma en la FAN, por el doloroso y repudiable pasado de agresiones a los militares venezolanos en la frontera por parte de las FARC. Ahora la emprende con su apoyo a Hamas. La guerra entre palestinos e israelíes es una nueva oportunidad de hacer propaganda política para Chávez. Sin embargo los militares venezolanos se preguntan qué sentido tiene el apoyo a las FARC en el pasado y ahora a Hamas. El tema de judíos y palestinos debió haber sido tratado por Venezuela de otro modo. Repudiando sin lugar a dudas cualquier ataque en contra de civiles y el uso de escudos humanos por parte de los combatientes. Provengan de quien provengan. No se trata, como repetidamente enseña la historia, de distinguir entre buenos y malos. Se trata de preservar a todas las personas que no participan directamente en las hostilidades, sean judíos o palestinos. Y de preservar el respeto al Derecho Internacional Humanitario entre las partes. Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del mundo, el riesgo de impactar civiles es muy alto. Al mismo tiempo continúa la población del sur de Israel, sufriendo disparos de cohetes desde el interior de la Franja de Gaza. Un esquema que complica la situación sin duda. Sin embargo todos nos preguntamos por qué hablar de cobardes para referirse a los militares israelíes, como lo hizo el presidente Chávez recientemente, dejando libre de culpas a Hamas. Bajo el pomposo nombre de "Conflicto Asimétrico de Resistencia Integral Bolivariana Estratégica", Chávez pretende incorporar en Venezuela los medios y métodos más repudiables del uso de civiles en las guerras. Valga recordarle entonces al Presidente que ese no es precisamente un gesto de heroicidad, sino de cobardía: Esconder a los combatientes detrás de las faldas de las mujeres y la sonrisa de los niños o utilizar escudos humanos como lo ha hecho Hamas y por cierto las FARC, para atacar a quienes consideran sus adversarios.
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