Director de Globovisión
Alberto Federico Ravell
Ciudad
Fue realmente deprimente el haber visto la comiquera (porque la verdad no se me ocurre otro calificativo que adjudicarle) a lo acontecido durante la llegada de ustedes al país, cuando el régimen se valió de un individuo de poca edad, a todas luces ávido de servir para esas lides con la promesa de aparecer como primer actor de un mal guión, para lograr sacarlo a usted de las supuestas casillas que debería tener. Una trampa muy bien montada con la seguridad de que las visceras suyas no sabrían aguantar una colocada de "pajita en el hombro" sin que se le saliera la clase, como decimos los venezolanos. Inconcebible que un rapaz de poca edad y de poca monta, haya logrado el cometido de quienes lo mandaron a hacer el trabajito. Inconcebible que un viejo como usted no haya sabido mantener un mínimo nivel de educacíón y de compostura, habida cuenta de su edad cronológica y de la supuesta experiencia y EJEMPLO que como supuesto periodista representante de la supuesta democracia más supina debió haber hecho valer ante esa situación a todas luces planificada... y muy bien planificada, por cierto.
No es la primera vez, sin embargo, que usted, haciendo alarde de su grosería y mala educación, nos hace ser testigos de su actuar pleno de intemperancia, agresividad, jactancia, mala educación, vulgaridad y ordinariez. Faltaba sin embargo, una mentada de madre a alguien... y ya cumplió con eso también.
NO faltará sin embargo quien le aplauda, en especial individuos como aquellos que muy bien saben denunciar maltratos a las madres de sus compinches, pero que aplauden cuando esos mismos compinches ofenden a las madres de los demás. Bueno, es lógico esperar que eso suceda, pero estoy SEGURÍSIMA que no serán los más quienes aplaudan su conducta, de la misma manera como no aplaudimos la conducta de Chavez. Porque ofensa es ofensa, venga de donde venga.
¿Usted se acuerda de cuando me mandó el mensajito aquel de que: "Dile a Magda que no escriba esas cosas porque no conviene?" ¿Se acuerda Ravell? ¿Le pregunto ahora: ¿Qué tengo que hacer? ¿Quedarme callada? ¿Se ocupa usted de evaluar EL GRAN DAÑO que acciones de esta calaña hacen, en especial cuando son llevadas a cabo por individuos como usted que ocupan los cargos que ocupan? ¿Lo ha pensado? No. Por supuesto que no. Y ni le importa eso, estoy segura.
¿Respeto Ravell? ¿RESPETO? ¿Respeto de quien para quién? Porque es EVIDENTE que usted dista mucho de ser ejemplo a seguir para nadie. Cállese la boca Ravell, porque cada vez que usted abre la boca para escupir barbaridades, ofensas e idioteces, cada vez que usted hace alarde de su prepotencia y grosería. lo único que logra es embarrar a los ciudadanos de oposición de este país porque de inmediato el régimen utiliza sus acciones estúpidas y de baja ralea para GENERALIZAR y equiparar a los ciudadanos de oposición a su persona. Y usted NO es LA oposición Ravell, porque así como Chavez no representa a la generalidad de los ciudadanos opuestos a lo de antes y que una vez confiaron en él, usted, ni los que son como usted, TAMPOCO nos representan a los ciudadanos que estamos opuestos a lo de antes, y al régimen de Chavez ahora.
Magada he leído con mucha atención tu reflexión y mi conclusión es que nuestra actitud, nuestras reacciones y posturas deben ser contrarias a las del tirano que nos gobierna, que nos lleva encandenados, hoy por ejemplo por casi ocho horas ininterrumpidas.
ResponderEliminarCreo que no ser parecidos es lo que de veras nos diferencia y le da valor a nuestras luchas por las libertades.
Un abrazo, Martha