martes, 30 de diciembre de 2008

Lo que nos viene encima


Por: Ernesto García Mac Gregor - garciamacgregor@gmail.com - Ya vieron lo que ocurrió con la cadena de centros comerciales más grande y generadora de empleo del país. La única y seguramente la última empresa privada que se arriesgue en estos tiempos a realizar inversiones de esa magnitud. El nuevo Sambil de Caracas, en construcción hace tres años, avanzado en un 90 por ciento, a inaugurarse en mayo 2009, con 273 tiendas, la mitad vendidas (los arrendatarios haciendo remodelaciones) y que generaría unos tres mil 500 nuevos puestos directos de trabajo (sin contar los indirectos), será expropiado por un capricho de Chávez. La razón alegada es que embotaría el tránsito local de vehículos. ¿Y los permisos municipales de construcción y otros miles de trámites que tuvieron que cumplir hace años? Simplemente no valen, porque la palabra arbitraria del mandamás se convierte en orden ante unos súbditos temerosos de dar una opinión contraria so pena de perder los favores recibidos. La verdadera razón de este disparate que vulnera el derecho a la libertad privada lo expresó el mismo Chávez: “no es un proyecto socialista” y lo reafirma quien recibió la orden, Jorge Rodríguez, al recordar que el otro Sambil, cerró sus puertas durante el paro petrolero en 2002. Pura retaliación, venganza, envidia del bien ajeno y sobre todo, una pruebita de lo que será el socialismo del siglo XXI. Es importante explicarle a la masa oficialista poco pensante que ya tomaron el edificio, así como a los irresponsables ni nis y otros engañados, que el mall no sólo es para comprar mercancía importada y cara, sino que es utilizado por las familias de bajos recursos como sitio de esparcimiento, para comer, ir al cine y sobre todo, para pasar el día en un sitio seguro. Se le debe aclarar, que este es el principio del fin de la empresa privada la cual da empleo a nueve millones de personas, mientras que el Estado, ocupa tan sólo a tres. Que la mayoría del personal de los centros comerciales son estudiantes o personas pertenecientes a la clase trabajadora. Que la única manera de salir del atolladero en que estamos es mediante la generación de riqueza que a su vez traiga empleo y acabe con la pobreza. Que esto lo hace Chávez porque está desesperado y que la única manera de tener un Feliz Año es mediante el “No”. Que oiga quien tiene oídos.

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