EL IMPULSO - Por: Juan B. Salas y Juan C. Salas/ Enviados especiales - Detrás del incremento del narcotráfico, de los fraudes electrónicos, y de la piratería comercial se ocultan formidables organizaciones delincuenciales a las que el Estado no les hace frente, y contrario a lo que cabría esperar, la mprovisación, la ambigüedad y la permisividad son los signos más evidentes de una política pública implícita que los fortalece y no los debilita. Así lo señala el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios, Consecomercio, al fijar posición en torno a este drama nacional, que semanalmente acaba con la vida de 120 personas en todo el país; mientras que por otra parte en el país se roban 1 vehículo cada 10 minutos, lo que equivale a 52.000 vehículos por año. Nelson Maldonado, presidente de Consecomercio, precisó que de un año a otro lo único que se ha verificado es el agravamiento de la situación. La única noticia que se registra es el incremento del poder y del éxito que ha tenido la delincuencia sobre la exigua capacidad del gobierno de ejercer la soberanía y el monopolio de la violencia legítima en todo el territorio nacional. En Venezuela, se roban un vehículo cada diez minutos: Cincuenta y dos mil vehículos por año, y el incremento de los robos a mano armada, hasta el punto de que ya no es seguro transitar libremente por las carreteras del país, porque se han vuelto más peligrosas, lo que hace muy riesgoso el tránsito de personas, bienes y mercancías. Total impunidad - Señalan que lo que se ha debatido con real profundidad es la evidencia de que detrás del incremento del narcotráfico, de los fraudes electrónicos, y de la piratería comercial se ocultan formidables organizaciones delincuenciales a las que el Estado no les hace frente, y contrario a lo que cabría esperar, la improvisación, la ambigüedad y la permisividad son los signos más evidentes de una política pública implícita que los fortalece y no los debilita. Expresan que las organizaciones delincuenciales son el desarrollo y la consecuencia natural de la impunidad, la debilitación progresiva del Estado de Derecho y la destrucción de la experticia policial. Las causas que han abonado el crecimiento alarmante de la delincuencia organizada son, a nuestro juicio, las siguientes: 1.- Mercado masivo de armas ilegales y no registradas. 2.- Debilitamiento de la capacidad técnica e institucional de las policías, que ha conducido a la impunidad casi absoluta del delincuente. 3.- El que muy probablemente se haya permitido (por acción o por omisión, por permisividad pasiva o participación activa) una mayor articulación entre la guerrilla colombiana y el negocio del narcotráfico, con el fin de extender su capacidad operativa en el territorio venezolano. 4.- La delincuencia organizada que explota la rentable industria del secuestro, ha servido de modelo para que la delincuencia común perfeccione "modalidades light" como el "secuestro express". Ahora se puede hacer carrera desde la calle del barrio hasta el cartel.
5. Permisividad política y justificación ideológica de la violencia de clases, que se expresa en el patrocinio de grupos paramilitares afectos al gobierno y el cultivo de relaciones políticas con irregulares en armas contra gobiernos vecinos. 6. Manejo perverso y contumaz de las bases de datos de ciudadanos venezolanos y de sus perfiles financieros, que terminan estando disponibles para los grupos delincuenciales. No hay ley que proteja el secreto de los datos y la confidencialidad de las bases de datos recaudadas por las instituciones públicas y privadas.
7. El sistema judicial y el Estado de Derecho están sustancialmente debilitados: Nadie cree en la efectividad de la justicia, lo que conduce a la anomia y la desesperanza social del que cree que la única consigna válida es "Sálvese quien pueda". Delincuencia infiltra al Gobierno - Una organización capaz de competir con el Estado y "ponerlo contra la pared" tiene que ser caracterizada al detalle, si es que queremos combatirla: Son organizaciones sofisticadas, con poder financiero, tecnológico y logístico, capaces de desafiar a las instituciones y a la seguridad ciudadana. Con una capacidad de fuego sin precedentes, que están mejor armados que las policías. Su "modus operandi" va desde la corrupción e infiltración de las estructuras del gobierno hasta los asesinatos y ejecuciones de funcionarios y policías. El objetivo último y el origen de las actividades de las organizaciones criminales siempre es trasnacional. No se contiene dentro de las fronteras de un país. Concentradas en el control de "buenos negocios", que en Venezuela se expresa en tres nichos de oportunidad: El narcotráfico, el tráfico de armas y la industria del secuestro. El país frente a un gran reto - Estamos, entonces, frente a un desafío sin precedentes: Debemos recuperar el control soberano sobre nuestro territorio, lo que comienza por el control eficiente de las fronteras, y efectivo de puertos y aeropuertos; generar y utilizar inteligencia policial; mejorar los sistemas de coordinación interinstitucional; instrumentar y darle sentido y capacidad de respuesta al 171 como teléfono único de emergencia nacional; fortalecer y modernizar el sistema de combate a la delincuencia. Se tiene que crear, cuanto antes, una Fiscalía Antisecuestros y otra Anti delincuencia Organizada; hay que recuperar, cuanto antes, la cooperación internacional con las agencias especializadas; hay que instrumentar, cuanto antes, una política de desarme de la población, y construir una política social que corte el flujo de clientes y recursos humanos disponibles para la delincuencia. En caso de no hacerlo: Se compromete la gobernabilidad del Estado Venezolano. La delincuencia organizada (en sus expresiones político - ideológica o pragmática) es el principal competidor de los Estados en Latinoamérica; se va a observar una mayor violencia en las calles, así como la ocurrencia de formas criminales más violentas; prevalecerá el clima generalizado de desconfianza social; seguirá siendo la inseguridad un dato esencial para explicar la desinversión económica y el incremento de los costos de los bienes y servicios; el gobierno venezolano seguirá cayendo en el desprestigio internacional y perderá base social interna, al no deslindarse de un discurso permisivo, favorecedor de la violencia y erosionador de la efectividad del sistema de combate a la delincuencia.
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