España, aparta de mí este cáliz

Por: Danilo Arbilla - Miami - Pido permiso a los Evangelios por recordar este ruego divino y al poeta César Vallejo por el uso del título de su libro, pero es que todo ello se me vino a la mente al leer en La Prensa de Panamá este inocente titular, que motivó mi preocupación: ''España cooperará con el MERCOSUR''. Ahora sí que estamos fritos, me dije. Esta decisión del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se suma a otras asumidas en los últimos tiempos que tienen que ver directamente con Iberoamérica. Una de ellas fue promover en la Unión Europea el levantamiento de las sanciones contra Cuba. El esfuerzo español tuvo éxito: logró convencer a los otros gobiernos de que en Cuba se respetan los derechos humanos. Fidel calificó la resolución europea de ''hipócrita'' . Parece que pese a la edad y sus problemas de salud no ha perdido el tino, aunque debe haber llegado a esa conclusión por razones muy personales y antojadizas, sin duda nada relacionadas con la vigencia de las libertades. Incluso para respaldar la seriedad de la defensa española, poco después de votado el levantamiento de las sanciones el régimen de los Castro detuvo a otros siete disidentes. Son varias en tanto las medidas y acciones encaradas, promovidas o apoyadas por el gobierno español a nivel interno y en la Unión Europea contra la migración de latinoamericanos. Ya sea para dificultarles el ingreso como para impedir el reencuentro con sus familias o para devolverlos a sus países de origen o para todas esas cosas a la vez. La vieja Europa, como lo ha hecho tantas veces y como cada tanto, como ahora, lo vuelve a hacer: se olvida de los derechos humanos y es capaz de ''internar'' en una prisión, durante un año y medio, a un indocumentado cuyo único delito es buscar trabajo. Y todo ello sin molestar a ningún juez. ¿Qué estará haciendo el juez Garzón? Y entre tantas idas y venidas vemos que, mientras algunos representantes ibéricos se oponen tenazmente a que la Comunidad Europea reduzca el arancel para la importación de banano de Latinoamérica, otros firman acuerdos de cooperación técnica con el MERCOSUR, remarcando ''el empeño'' de la madre patria en ``fortalecer su compromiso con el desarrollo'' . Además, ¡con el MERCOSUR! ¿Será para fortalecerlo? Quizá si, porque en realidad en estos momentos la '' asociación regional'' ya ni sirve para que Chávez la utilice como tarima para lanzar algunos de sus tan conceptuosos como atinados y conciliadores discursos. Los Kirchner, con el lío con los productores rurales, ni se acuerdan que existe. Los brasileños, mientras tanto, siguen por cuenta propia sus negocios con Africa y Cercano Oriente, donde las ventas de sus productos crecen y crecen. El comercio entre Brasil y Africa del 2003 al 2007 creció un 244%. En igual periodo las exportaciones brasileñas a Egipto aumentaron un 354%, a Siria el 194% y a Libia el 168%. Simultáneamente, en otros campos y a otro nivel, los brasileños trabajan codo con codo nada menos que con los Estados Unidos y la Unión Europea para ''aceitar'' la comercializació n del etanol, obviando en todos los casos cualquier impedimento o limitación que pueda existir a raíz de su compromiso regional. Es que el MERCOSUR sirve casi exclusivamente para impedir y frenar los intentos de Uruguay o Paraguay en abrir nuevos mercados o firmar acuerdos comerciales que les permitan aumentar y mejorar la colocación de sus productos. ¡Menos mal que España se preocupa y se empeña por dinamizar el MERCOSUR! Tanta ayuda resulta abrumadora. Los latinoamericanos ya no sabemos qué hacer con la cantidad de cuentas de vidrios de colores con que España ha cooperado desde 1492 a la fecha.