El ocaso de Chavez

Por: Wilfredo I. Manzano R. - Con ingresos petroleros como los que no ha tenido en su historia ningún gobierno venezolano; con la mayoria calificada de la Asamblea Nacional; con un poder judicial donde los Magistrados del Tribunal Supremo no han tenido reparo en gritar en coro y a viva voz ¡ uh, ah, chávez no se va !; donde el saludo militar ha sido el de: patria, socialismo o muerte; donde la mayoria de los gobernadores y alcaldes se visten con gorras y camisas rojas; donde el Presidente del Consejo Nacional Electoral pasa a desempeñar el cargo de Vice-Presidente de la República; encadenando durante nueve años la totalidad de las emisoras de radio y televisión a su antojo; amedrentando a quienes se le oponen; en fin, contando con todos los recursos del poder para lograr un triunfo aplastante, la verdad es que el pasado 2 de Diciembre de cada cuatro venezolanos, tres no aceptamos el proyecto de esa entelequia que Hugo Chávez llama “El Socialismo del Siglo XXI”, camuflaje detrás del cual se esconde un gobierno militar y las pretensiones continuistas de su lider.Después del 2 de Diciembre, Hugo Chávez ha quedado como esos juguetes raros y vistozos a los que se le rompe la cuerda: inservible. En el repertorio de su mediocre formación militar y de su espiritu vulgar y resentido, no existen palabras o actitudes grandes como son la humildad y la rectificación. Atolondrado después del duro golpe se su derrota, en medio de un gobierno de tenientes, capitanes, coroneles y generales activos o en retiro, de esos que saben un poco de todo y que en definitiva no saben nada de nada, incapaz él y sus acompañantes de atender los problemas de la gente (salud,vivienda, seguridad, empleo, abastecimiento, ect.etc.), a Hugo Chávez no le ha quedado otro recurso que: EL SHOW PERMANENTE.El asesinato de Bolivar; la frustrada Operación Enmanuel con productor de cine y todo; el pedido a la comunidad internacional para sacar a las Farc de la lista terrorista; la promoción pública del consumo de la coca; la guerra con Colombia y, ahora, la formación de un ejercito latinoamericano, comandado por él y Daniel Ortega, para defenderse y derrotar al Imperio, no han sido más que la entrega por capítulos del triste y millonario espectáculo de este Show Men Latinoamericano Mientras todo ello sucede en el frente internacional, Venezuela esta descollando como el país más violento de latianoamérica, como el último de lo paises del Continente en su lucha contra las epidemias de denque, paludismo y fiebre amarilla, endemias que logramos vencer hace muchos años y que ahora nos invaden. Mientras Chávez grita contra el imperio, continúan diariamente saliendo los barriles de petróleo con ese destino y llenamos nuestras mesas con caraotas, arroz y aceite “made in usa”. Nunca antes como ahora han crecido las importaciones de alimentos americanos y colombianos en Venezuela, simplemente porque el Teniente Coronel de Paracaidistas, que sólo ha producido dolor entre los suyos, no es capaz de entender que los productores no pueden vender por debajo del coste de producción.Ya todos sabemos que Hugo Chávez no llegará al final de su tercer mandato, por ello comienzan a escucharse las voces críticas del oficialismo y los candidatos a las gobernaciones y alcaldías que antes corrían para recibir los favores del líder, ahora comienzan a marcar distancia y como ratas tratan de sobrevivir al naufragio de aquel portaviones que los sacó del anonimato y les dió la oportuniad de llenar sus alforjas con comisiones y contratos de toda índoleCapítulo aparte de esta macabra telenovela nos tocará vivir en los próximos meses, cuando para salvarse de la condena de los tribunales americanos o al menos para disminuir la pena, los Antonini, Kauffman, Durán y Mayolica comiencen a cantar como loros y el periodismo argentino y venezolano comience a atar cabos y a descubrir una de las grandes redes de la corrupción bolivariana, lo del financiamiento de la campaña electoral de Cristina no es sino una menudencia de todo lo que hay detrás del caso del maletín.Por todo ello debemos seguir el consejo de su antiguo Ministro de la Defensa que le pide a Colombia y al Mundo que no le hagan caso. Que lo dejen hablando solo, que está en una crisis maníaca y que pronto recibirá el peor castigo para los hombres de su género, quedar solo y despreciado como ícono viviente de la peor equivocación del Pueblo Venezolano y como ejemplo para latinoámerica de que el mejor lugar para los militares siempre han sido el cuartel.